El Ministerio de Justicia ha comenzado a recopilar de forma diaria el número de defunciones inscritas en todos los registros civiles y las licencias de enterramientos concedidas para contar con información «objetiva y veraz» sobre el número de fallecimientos durante la pandemia de coronavirus. Lo hace después de que el lunes el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha revelase que las licencias de enterramiento por coronavirus casi triplican el dato oficial de muertes en esa comunidad.

Y eso ocurre porque los datos de los registros civiles recogen también casos sospechosos que el Ministerio de Sanidad no exige contabilizar. Es decir, únicamente se cuentan como fallecidos por coronavirus a los que tuvieron la confirmación de haber sido infectados, algo que solo se puede saber con total fiabilidad cuando se realiza un test PCR positivo

Así, «los datos no son creíbles», afirmó ayer rotundo el Magistrado del Registro Civil de València, José María Tomás y Tío, en declaraciones a Levante-EMV. «¿Puede ser que haya habido más fallecidos por coronavirus que los que se cuentan? -se preguntaba el propio magistrado-. Con toda seguridad, pero a estas personas que han llegado al registro con un certificado del médico en el que pone 'sospechoso de coronavirus' ya no cabe la posibilidad de hacer análisis para confirmarlo».

Más precisión en los criterios

Tomás y Tío explicaba ayer que desde la llegada al Registro Civil de las primeras defunciones atribuidas a la covid-19 ya existía esta diferencia entre fallecidos a los que se les había confirmado la enfermedad y los que, según el certificado médico, no les habían hecho pruebas, pero presentaban «síntomas compatibles» con coronavirus. «Los jueces del Registro Civil reclamamos mayor precisión en el criterio y el Colegio de Médicos nos remitió un informe diciendo que las normas éticas y médicas no consideran incorrecto que se certifique como 'sospecha' de coronavirus», indicó ayer el juez.

Tomás y Tío reclamó un criterio unificado a este respecto, atendiendo a la «trascendencia» que tiene determinar y precisar las causas de una muerte «no solo a nivel personal, médico o estadístico, sino también a la hora de pedir una responsabilidad o hacer una reclamación para el seguro».

En el caso de la Comunitat Valenciana se habían contabilizado desde el comienzo de la pandemia hasta ayer un total de 672 fallecidos, según reveló por la mañana la consellera de Salud Pública, Ana Barceló. Según fuentes de la conselleria, a diferencia de lo que ha ocurrido en Castilla-La Mancha o Madrid, esta cifra no será muy diferente a la que refleja el Registro Civil. «Pero esto no lo sabremos hasta de aquí por lo menos tres meses, que es cuando nos llegan sus datos», añadieron desde la conselleria.

La razón que da el Consell para estimar que sus cifras son más ajustadas es que en la Comunitat no solo se cuentan como fallecidos a los que dieron positivo en el test PCR (entre ellos a todos los que han perdido la vida en un hospital), sino, en el caso de las residencias en las que ha habido un brote de la enfermedad, a los positivos pero también a quienes presentaban síntomas compatibles con el virus. Adoptar este último criterio, según Salud Pública, ha sido decisión de la propia conselleria ya que el Ministerio de Sanidad de momento no lo contempla en su protocolo.

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