Que las fiestas de moros y cristianos más emblemáticas de la Vall d'Albaida —las de Ontinyent— se hayan suspendido, no marca de momento el camino para que el segundo festejo en importancia de la comarca haga lo mismo. L'Olleria ha acordado que sus celebraciones morocristianas ni se suspendan ni se aplacen. En su favor juega que son la primera semana de septiembre. Ese horizonte un tanto lejano aún y que el gobierno haya decretado ya importantes medidas sobre movilidad pública ha llevado a los responsables de la cita a darse una oportunidad. La decisión se tomó el pasado lunes. Pero solo es un primer paso, ya que en esa misma reunión se aprobó realizar una consulta entre los festeros dentro de quince días. El resultado será vinculante.

Los moros y cristianos de Ontinyent, declarados Fiesta de Interés Turístico Nacional, se celebran casi en las mismas fechas que los de l'Olleria: a finales de agosto. Sin embargo, la decisión de suspenderlos ya se ha tomado. Su Societat de Festers considera que en esa fecha «nadie garantiza» que se puedan celebrar actos de gran concurrencia. Al margen de que las fiestas son en agosto, pero la ingente cantidad de preparativos ha de realizarse meses antes, o sea ahora, y en las condiciones actuales de confinamiento o grandes restricciones de movimiento, ven inviable llevar a cabo ese trabajo.

La reunión del lunes (telemática) fue promovida por el concejal de Cultura i Festes, Juan Ricardo Ruano, y participaron el alcalde, Ramón Vidal, varios ediles más; la presidenta, la secretaria y la vicepresidente de la Junta Central de Fiestas de Moros y Cristianos, así como numerosos cargos de colectivos y asociaciones: desde el párroco de la localidad, el padre de la reina infantil o la madre de la reina mayor a los hosteleros o la sociedad musical. Se acordó «no suspender, de momento, las Fiestas de Moros y Cristianos de L'Olleria de 2020», para añadir que se ha abierto un plazo de quince días para que la junta central haga «una consulta popular a los festeros y festeras» y que apuntalen o no esta decisión. El consistorio «respetará la decisión de los festeros» y si se confirma el sí a los festejos, las fiestas se programarán «siempre que las restricciones del gobierno lo puedan permitir», añaden.

En redes sociales la medida no goza de mucho respaldo. En el perfil del ayuntamiento son mayoría las voces que lo censuran. «Vamos a ser responsables y coherentes», pide una vecina. «Mejor dejarlas para el próximo año y disfrutarlas mejor», añade otro. Varios aluden a Ontinyent y piden que l'Olleria siga el mismo camino.