El alcalde de València, Joan Ribó, ha reivindicado que el ayuntamiento pueda gastar libremente el remanente de 2019 para hacer frente a la crisis de la Covid-19, y ha hecho una defensa de la gestión económica municipal, «que ha permitido en los últimos cinco años disminuir a menos de la mitad la deuda que heredamos y tener superávit en nuestras cuentas. El Gobierno central no puede pretender ahora arrebatarnos ese superávit».

Esta es una de las propuestas que ha hecho el primer edil para la salida de esta crisis en la reunión que mantuvo ayer por videoconferencia con los alcaldes y alcaldesas de las 15 ciudades más pobladas de España, (Madrid, Barcelona, Sevilla, Zaragoza, Málaga, Murcia, Palma, Las Palmas, Bilbao, Alicante, Córdoba, Valladolid, Vigo y Gijón) para «impulsar medidas locales extraordinarias que dinamicen la respuesta social y económica de las ciudades en el proceso de desescalada de la crisis de la Covid-19».

Ante la petición de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, de «recaudar todos los superávit de las corporaciones locales para hacer frente a los problemas de liquidez» ocasionados por la Covid-19, Joan Ribó ha defendido «la autonomía local» y ha recordado que se trata «de un principio que marca la Constitución y los ayuntamientos exigimos al Gobierno del Estado que se cumpla de forma estricta». El superávit en València supera los 60 millones de euros.