La presidenta del PPCV, Isabel Bonig, condenó ayer los escraches sufridos por dirigentes socialistas pero defendió las concentraciones en las calles porque «la gente tiene derecho a protestar» contra «un gobierno de trileros que no sabe por dónde va». «Esto no es Venezuela ni Cuba», dijo la líder popular, siempre que las manifestaciones «respeten las medidas de seguridad y los distanciamientos establecidos». «Quien no acepte la protesta ciudadana, que no se dedique a este negocio» (el de la política), incidió Bonig, que sostiene que la gente «está muy cabreada» porque hay «personas que llevan sin cobrar y sin abrir sus negocios desde el 15 de marzo». Bonig, que censuró la decisión de no pasar a la fase 2 de la desescalada, presentó una batería de propuestas para hacer frente a la crisis, como la creación de una unidad post-Covid integrada por sanitarios e investigadores jóvenes para afrontar una segunda oleada del coronavirus. El objetivo: que los profesionales contratados para la pandemia «no pierdan su trabajo».
