La protesta motorizada convocada por el partido de Abascal en las principales ciudades del país tomó ayer las calles de València. El Paseo de Alameda se llenó a mediodía de cientos de vehículos, miles según las estimaciones internas de Vox, aunque sin confirmación oficial por parte de las autoridades, ataviados con banderas de España. El pitido de numerosos claxones al unísono robó el protagonismo a sus mensajes de protesta, que sí pudieron escucharse en concentraciones anteriores donde los utensilios de cocina fueron los grandes protagonistas.

En la manifestación rodada que recorrió las principales arterias del Cap i Casal se pudieron escuchar gritos de «Viva España» y reclamaciones que pedían la dimisión de Pedro Sánchez, acompañadas de vítores hacia la figura de Santiago Abascal, líder de Vox, y descalificativos que tildaban al presidente del Ejecutivo de «asesino». Un mensaje que numerosos manifestantes lucían serigrafiado en camisetas e, incluso, en pancartas pegadas en sus vehículos, el único medio de transporte autorizado en la convocatoria.

Sin mascarillas

La manifestación transcurrió sin incidentes y respetando, en la medida de lo posible, las normas de seguridad e higiene estipuladas por el Ministerio de Sanidad, como el uso de las mascarillas reglamentarias. No obstante, aunque no se comunicaron incidencias por parte de los agentes allí presentes, sí fueron muchos los manifestantes que contravinieron las indicaciones que les obligaban a permanecer dentro de sus vehículos.

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Manifestación contra el Gobierno convocada por Vox en Valencia

Las personas que acudieron la protesta de Vox colapsaron los principales viales del casco antiguo de València, lo que impidió que la marcha se iniciase según el calendario previsto, las 12 horas. Una demora que, unida a las altas temperaturas que se registraron en la ciudad —el termómetro llegó a marcar 32 ºC—, provocó que muchos vecinos se retirasen del punto de encuentro tras 40 minutos de espera, especialmente aquellos acompañados de niños pequeños.

Lejos de lo que cabría esperar de un evento reivindicativo, como es una manifestación, los hits de Paquito El Chocolatero y Manolo Escobar la tornaron en una jornada que, por momentos, parecía más un evento festivo que un acontecimiento de protesta. La manifestación reunió a un grueso variado de la sociedad valenciana, que coincidió en señalar como motivo principal de su protesta lo que esgrimieron como «las mentiras del Gobierno».

Magdalena, una autónoma que posee un negocio de transporte, reprochó al Ejecutivo «su gestión nefasta que ha castigado a las pequeñas empresas», según su opinión. «Estoy harta de tantas mentiras y de que se nos tilde de fachas a los que queremos una España libre de chavismo y narcodictadura», expresó.

Otro vecino de València, que acudió a la convocatoria de Vox acompañado de su mujer y sus dos hijos adolescentes, afirmó que quiere «un futuro para nuestros hijos y que no se desatienda a los mayores que vivieron una guerra», sostuvo atendiendo a su criterio.

Tras una larga espera de casi una hora, los agentes de seguridad guiaron una marcha que recorrió destacadas avenidas, como Aragón y Colón, para confluir, alrededor de las 13:15 horas, en la plaza de San Agustín, enclave en el que finalizó la manifestación rodada entre aplausos de viandantes simpatizantes con el ideario político de Vox y descontentos con la gestión institucional de la crisis sanitaria del coronavirus.