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Jesús Cubero: "Debemos aprender de los errores y que un rebrote no nos pille a contrapié"

El secretario general de la patronal AESTE aboga por retrasar «un poco más» las visitas a las residencias

Jesús Cubero, secretario general de la patronal de geriátricos AESTE, durante una comparecencia en el Congreso de los Diputados. levante-emv

El secretario general de AESTE, patronal mayoritaria de residencias, ha sido testigo principal de lo ocurrido en los geriátricos. Tras haber trabajado ya en fundaciones y entidades sociales relacionadas con la cárcel, con la discapacidad y con la ancianidad, asegura que las residencias lo han «dado todo» durante la crisis sanitaria de la covid-19.

¿Por qué está habiendo rebrotes en las residencias?

Es que no se están produciendo rebrotes en las residencias, se están produciendo en la sociedad. Si se está retomando la normalidad en las visitas a las residencias, es más fácil que se contagie algún trabajador o que los familiares puedan contagiar a residentes. Por eso estamos extremando las medidas y, si se detecta algún caso, cortamos visitas.

¿No se deberían permitir visitas de los ancianos a la familia, o paseos por un centro comercial, por ejemplo?

Hay que entender la situación de las personas que llevan tanto tiempo confinadas. Pero cuando sale alguien de una residencia a un entorno no controlado, a visitar a la familia, a un centro comercial o a comer fuera, no sabes en qué situación vuelve esa persona, aunque le tomes la temperatura cuando entre y no manifieste síntomas. Corres el riesgo de un nuevo contagio. Se deberían controlar mucho esas visitas.

¿Se lo han pedido ya a los políticos?

Sí, se lo estamos trasladando a las consejerías, y esperamos que se vaya cerrando. No se trata de cortar la libertad de nadie. Igual que al principio no se entendió que se cerraran los centros de día y restringieran las visitas, y luego todos nos dimos cuenta de que habríamos hecho bien si hubiéramos cerrado una semana antes. Entiendo la ansiedad de las familias por ver a sus familiares y estar un tiempo con ellos, pero habría que aguantar un poco más.

¿Qué otras medidas hay que tomar y no se están tomando?

Hemos pedido cinco medidas a los grupos políticos y las comunidades autónomas. Lo primero es, ante un rebrote, un sistema de alertas tempranas. Lo segundo, que haya test suficientes para residentes y trabajadores, para ver la situación real en cada centro y poder sectorizar a los mayores y al personal. Además, que en las comunidades autónomas se haga un acopio de seguridad de EPIs, un plan de contingencia individualizado y, por último, mejor gestión de las emociones: poder trasladar a las familias y a los residentes un buen sistema de información sobre su estado.

¿Hay razones para temer que volvamos a las andadas?

Nos toca aprender de las situaciones que hemos vivido. Debemos aprender de los errores, y si viene un rebrote en verano, o en octubre, que no nos pille con el pie cambiado.

¿Por qué ha ocurrido lo que ha ocurrido en las residencias de ancianos?.

Por tres factores. La Ley de Atención a la Dependencia nace en 2006 sin dotación presupuestaria. El sistema está previsto para la sociedad de hace 14 años, y ya solo por cambio demográfico, las necesidades de hoy de nuestras personas mayores no tienen que ver con las de hace 14 años. Pronto seremos el país más envejecido del mundo. La pandemia ha demostrado que se necesita mayor apoyo sanitario para las residencias, y hasta ahora no estaba concebido el sistema para eso. Las residencias son sitios donde se cuida, no donde se cura: el responsable de la asistencia sanitaria es el sistema público de salud. Se dio la voz de alerta tarde a las residencias.

¿Y en tercer lugar?

La propia forma de actuar del covid: el 90 % de los fallecidos son mayores de 70 años. Una vez que entraba el virus era complicado, sin test, saber quién estaba contagiado y quién no. Además, es muy difícil que una persona con demencia, por ejemplo, le pongas una mascarilla y no se toque o no se la quite, y que no se acerque a alguien.

¿Por qué no se dividieron las residencias en zonas limpias y zonas contagiadas? ¿Por qué no tuvieron los trabajadores las mascarillas y los EPI que reclamaban?

No había suficientes test para todos, y los EPI costó mucho que llegaran. Estamos intentando alertar para que no vuelva a pasar que se sature el mercado y no haya stock.

No nos irá a decir que las residencias no tuvieron ninguna responsabilidad en lo ocurrido, ¿verdad?

Esto es una crisis sanitaria. Hemos tenido responsabilidad en no haber insistido más, haber sido más beligerantes con las administraciones para cambiar el modelo. El sistema necesitaba mayor apoyo sanitario, y no fuimos lo suficientemente beligerantes para haber cambiado el sistema antes, sin que tuviera que venir una pandemia a ponerlo en evidencia.

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