? El alcalde de Càrcer, Josep Botella, no dispone de herramientas legales para aumentar las restricciones de movilidad o apertura de establecimientos, por lo que reclama al vecindario que «actúe con total responsabilidad y extreme las medidas de prevención». Y aunque evita pedir expresamente a las autoridades sanitarias que confinen el municipio, sí que reclama «que se valore esa posibilidad si la evolución del brote lo aconsejara». «Lo que me agradaría es saber a partir de cuántos infectados debe adoptarse esa medida, cuál es el umbral de intervención», concreta. A su juicio, faltan protocolos claros.