El esquema de actuaciones acordado ayer por el Ministerio de Sanidad en coordinación con las comunidades autónomas endurece las medidas que habían entrado en vigor hace escasos dos días en la Comunitat Valenciana, con la activación del nuevo protocolo diseñado por las conselleries de Igualdad y Sanidad para la contención del coronavirus en las residencias de mayores.

La principal novedad de la resolución de ámbito estatal es la obligatoriedad de que todos los ingresos y reingresos en los centros de mayores tendrán que someterse a una PCR con un margen máximo de 72 horas. Precisamente, la supresión de esta prueba para las nuevas entradas y los retornos de usuarios en los geriátricos había provocado esta semana una agria controversia que ha enfrentado al sector con el Consell.

El nuevo protocolo autonómico contemplaba que los ingresos y los reingresos se sometieran a un aislamiento de dos semanas que podría levantarse si, a los 10 días, daban negativo en la PCR. Esta medida había sido duramente criticada tanto por la patronal de residencias Aerte, como por los familiares y expertos. El jueves, la consellera de Sanidad salió al paso delegando en los geriátricos la posibilidad de hacer más pruebas o no. Ana Barceló aseguró que «la PCR no es una vacuna» y que puede «generar una falsa seguridad».

El acuerdo de ayer, sin embargo, no solo implica que se hagan tests a los nuevos ingresos, sino que recomienda practicar PCR de forma periódica para asegurar que no ha hay positivos en los centros. Una demanda del sector con la que el Consell ha dejado claro que no comulga. La consellera de Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, descartó las pruebas periódicas porque, a su juicio, son «muy invasivas» y suponen «un encarnizamiento» para los mayores. Los expertos consultados por este diario, en cambio, abogan por PCR seriadas en los geriátricos para evitar confinamientos que pueden ser muy perjudiciales para los usuarios. En su opinión, el verdadero problema para la administración puede ser el coste de hacer más tests. «A los futbolistas se les hace a todos. Es mucho más caro un positivo no controlado o tener enfermos en los hospitales que una PCR», sostiene el reputado gerontólogo José Viña.

La nueva orden del Gobierno -consensuada con las comunidades- limita las visitas en los centros a una por persona y residente, con un máximo de una hora al día, y restringe al máximo las salidas. El protocolo autonómico de esta semana permitía visitas de dos familiares y dejaba en manos de los geriátricos su duración, a tiempo que establecía una serie de pautas para autorizar las salidas en las residencias libres de casos. En las de la ciudad de València el confinamiento es total por la incidencia del virus.