Hace 145 días, nadie hubiera dicho que Fernando estaría hoy en planta. Le trasladaron a la UCI del hospital La Salud el pasado 28 de marzo, donde la infección causada por el coronavirus hizo que algunos de sus órganos comenzaran a fallar. Pasó varias semanas intubado y sedado, otras totalmente aislado sin poder recibir visitas.

Pero a día 20 de agosto, este valenciano salía de la UCI como el paciente que más tiempo ha pasado en cuidados intensivos en España por la covid-19. Ahora le toca enfrentar un largo proceso de recuperación de la mano de su familia y prepararse para las más que posibles secuelas que el virus dejará en sus pulmones.

«El covid-19 provocó que Fernando sufriera un fracaso multiorgánico con una neumonía bilateral precisando ventilación mecánica, hemodiálisis, traqueostomía y anestesia profunda», explicó el responsable de la UCI del centro La Salud, José Manuel Segura.

Así, tras cinco meses de lucha, y a sus casi 70 años, Fernando Llopis ha ganado la batalla más larga con un total de 149 días ingresado en el hospital. A los cuatro días de ingresar en planta las complicaciones hicieron que tuviera que ser trasladado a cuidados intensivos. Según señala José María Segura, «Fernando es el ejemplo de que dan igual los días que un enfermo esté en UCI. No debemos cejar en nuestro empeño ni perder la esperanza a pesar de las adversidades y varapalos que nos da esta enfermedad».

Una larga rehabilitación

Pese a todo, a Fernando le queda afrontar una larga rehabilitación para recuperarse de su paso por el box. «Físicamente está muy deteriorado, sobre todo porque estuvo mucho tiempo sedado, y cuando un paciente como él entra en ese estado consume mucha energía y su cuerpo se resiente. Ha perdido músculo y capacidad motora en brazos y piernas, donde se ha ido atrofiando. También lo ha pagado a nivel respiratorio. Ahora toca rehabilitarlo y que vuelva a la normalidad. Él ahora mismo no tiene fuerzas ni para permanecer de pie, como mucho estar sentado», explica Segura.

Ahora quedan por delante al menos tres meses de rehabilitación hasta que su cuerpo recupere el vigor que perdió resistiendo a la covid-19. «Si una persona joven que pasa cinco días encamado por una gripe acaba muy desgastado físicamente imagínate en el caso de un hombre mayor tras 145 días sin poder levantarse de la cama», afirma el responsable de UCI.

Fernando pasó mucho tiempo solo. Varias semanas sedado e intubado y otras muchas en la quietud de su habitación. Soledad que en alguna ocasión pudo romper su mujer, que le saludaba y le mandaba ánimos desde el otro lado del ventanuco de la puerta. Es lo máximo que los médicos le permitieron. Hasta que por fin dio negativo en tres PCR consecutivas, hace alrededor de 60 días. Entonces ella y su hija pudieron acercarse, eso sí, EPI con gafas, guantes y mascarilla mediante. Un contacto humano descafeinado.

Pese a esto, la familia ha sido un factor clave para la recuperación psicológica de Fernando. «Yo personalmente le echo muchas flores a ellas. Desde el primer momento han tenido una fe ciega en que Fernando se iba a recuperar, a pesar de haber vivido días de mucha tristeza donde las cosas se complicaban, a pesar de todo su mujer y su hija permanecieron siempre con él», apunta el doctor Segura.

Desde el hospital aseguran que a Fernando posiblemente le quedarán secuelas. «Veremos a ver, pensamos que se resentirá a nivel pulmonar y respiratorio, pero tendremos que hablar esto dentro de cinco meses para ver cómo evoluciona».

En un vídeo distribuido por el hospital que graba el momento en el que Fernando Llopis por fin es trasladado fuera de la UCI, el paciente aparece con una sonrisa que se intuye tras la mascarilla, y el pulgar arriba, junto a varias enfermeras del centro hospitalario y el doctor José María Segura. Es el propio responsable de UCI quien lee una carta escrita por el paciente, en la que agradece «la profesionalidad, cariño y asistencia del servicio médico y enfermería».

«El caso de Fernando tiene que servir para decir a todos los pacientes que continúan en UCI que no se desanimen, que de esto se sale. Y a los médicos que ya están cansados y cada día enfrentan complicaciones nuevas que tampoco cejen en su empeño, que no pierdan la esperanza. Pienso que estoy es muy importante» sentenció Segura.