Las farmacias rurales de la Comunitat Valenciana han pedido el apoyo de las tres diputaciones provinciales para poder mantener su viabilidad y seguir funcionando. Los boticarios buscan que el impulso de estas instituciones les ayude a tener más fuerza de cara a sus reivindicaciones ante la Generalitat y el Gobierno central, las Administraciones que tienen la posibilidad de articular políticas directas para mejorar sus condiciones. Pero además, les instan a prestarles asistencia dentro de las posibilidades a su alcance.

Una de estas medidas es la posibilidad de ceder de manera gratuita, a través de los ayuntamientos, locales para la instalación de las farmacias, según explica la presidenta de la Asociación de Farmacias Rurales de Viabilidad Económica Comprometida de la Comunitat Valenciana, Blanca Carcelén.

Reuniones

Algunas de estas boticas se ubican ya en dependencias de titularidad municipal, por lo que no pagan alquiler, ni en algunos casos tampoco suministros de luz y agua. Sin embargo, en otros casos sí tienen que correr con esos gastos, lo cual supone un gran inconveniente para unos establecimientos que tienen unos recursos muy limitados.

La asociación se ha reunido ya con representantes de la Diputación de Castelló y tiene previsto hacerlo también con la de Alicante el próximo 3 de septiembre. Con la corporación de València no hay fecha prevista aún para mantener un encuentro. Según apunta Carcelén, la asignación que perciben estas farmacias por su «comprometida viabilidad» no se ha actualizado desde su aprobación en 2011, ni tampoco pueden sus titulares tomarse un solo día de descanso en todo el año al margen de los festivos. Al ser las suyas las únicas farmacias existentes en esas localidades, no pueden dejar de dar servicio un solo día. Para ello necesitarían que alguien les sustituyera, pero «no puedes contratar a nadie», explica la presidenta de los farmacéuticos rurales, porque no tienen recursos para ello. Lo mismo ocurre en caso de necesitar una baja, por lo que en ocasiones se trabaja sin estar en condiciones óptimas.

Los boticarios rurales también piden que se reconozca de alguna forma la labor que realizan «contra la despoblación», como explica uno de los miembros de la asociación Manuel Olivert, farmacéutico de Benimassot. En su opinión, las diputaciones «tienen el deber de apoyar a las farmacias más desfavorecidas», en consonancia con la asistencia que presentan en diferentes aspectos a los municipios pequeños.