Salud Pública reunirá el próximo lunes a los rectores de la Universitat Politènica de València (UPV) y la Universitat de València (UV) para estudiar si toman medidas contra las fiestas del estudiantado y cómo abordar el ocio privado de los jóvenes en su tiempo libre. «Es un problema, obviamente», expresa la directora general de Salud Pública, Isaura Navarro, después de visitar el dispositivo montado en el Campus de Vera de la avenida Tarongers en el que ayer se testó a un total de 697 personas, tras detectar dos brotes en el entorno de la UPV, uno de ellos en el Colegio Mayor Galileo Galilei.

El jueves por la tarde, tras varias reuniones entre todas las partes y los resultados de los rastreos, Salud Pública conoció que durante el fin de semana se había celebrado una fiesta ibicenca en la azotea del colegio mayor, que se sumaba a varias reuniones con más de 10 personas en algunas habitaciones.

Cabe recordar que esto no respeta las recomendaciones de Sanidad, que la semana pasada levantó las restricciones y dejó lo que antes era una prohibición en una recomendación. «En el momento en que supimos el jueves por la tarde que había habido fiestas en el colegio mayor solicité la reunión con los rectores para el lunes», explica Navarro.

Según apunta, el objetivo de la Conselleria de Sanidad es «ver qué medidas se pueden implementar y si se puede mejorar la seguridad para evitar estas situaciones», es decir, fiestas privadas entre universitarios, bien en pisos o bien en espacios con posibilidades de grandes concentraciones. «Vamos a tratar lo de las fiestas porque tenemos que llamar la atención al alumnado, hay que concienciarles», añade la responsable de Salud Pública.

Por el momento, desde el departamento descartan sanción alguna para el Galileo Galilei ya que las fiestas y sus réplicas a menor escala en las estancias de los residentes no están ni organizadas ni autorizadas por la institución.

Sanidad también rechaza un confinamiento total del campus de Vera, aunque sí recomienda que todas aquellas personas a las que se les ha hecho la PCR se queden aisladas todo el fin de semana hasta que conozcan el resultado. A partir de ese momento, quienes den negativo y no hayan sido contacto estrecho de ningún positivo, podrán volver a hacer vida normal —con todas las precauciones generales—, mientras que los positivos por covid-19 deberán confinarse en sus habitaciones.

Por su parte, la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, aseguró ayer que, una vez finalizada la investigación, si se tienen que tomar medidas, «se tomarán». Oltra incidió en la importancia de evitar conductas que «ponen en riesgo la salud». «Cuando se rompen las normas es cuando se puede romper la seguridad. Todo el mundo tiene que ser consciente, más en el ámbito universitario, gente que está cursando una formación superior, de que las normas están protegiendo su salud y vida, y la del entorno», afirmó.

Desde la Conselleria de Universidades aseguraron que la UPV «está trabajando y tomando todas las medidas necesarias».

Sin mascarillas en la azotea de la residencia

Todos de blanco, ante el cielo anaranjado y sin mascarillas a la vista. Las imágenes de la fiesta del pasado sábado en el Colegio Mayor Galileo Galilei muestran mucha gente joven sin distancia social ni cubrebocas, botellas compartidas y gestos de cariño como abrazos y besos. La fiesta ibicenca duró poco, aseguran desde la residencia porque en cuanto se dieron cuenta la desalojaron. Dicen que se hizo sin autorización y tendrá consecuencias para quienes la organizaron. De momento, no se ha confirmado que el festejo sea el origen de los positivos por covid.

SIP temporales para estudiantes de otras autonomías  

Más allá de la cantidad de PCR, el testeo de la UPV ha contado con dificultades añadidas debido a que muchos de los pacientes no están empadronados en el sistema de salud de la Comunitat Valenciana. Para ello, se les ha tenido que hacer un SIP temporal con el que registrar la prueba. El dispositivo estuvo organizado por los técnicos de Salud Pública y en la extracción de las muestras participaron profesionales del centro de salud de la Universitat Politècnica de València, tanto médicos como personal de enfermería.