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"Han adoptado las normas desde el principio sin quejas"

Un mes después del inicio de curso, cinco docentes explican que los escolares muestran "mucha más responsabilidad que las personas adultas"

Dos alumnas se dirigen al colegio, con mascarilla y sus mochilas, en València.

El debate estuvo abierto durante todo el mes de agosto y la prueba de fuego llegó en septiembre. Ahora, visto con perspectiva y un mes después, se puede decir que el sector educativo se ha sumado a la conocida como «nueva normalidad» con un éxito notable, después de mucho trabajo, nervios e incertidumbre para poner a punto las aulas.

Tras cinco semanas de curso, Levante-EMV vuelve a contactar con cinco docentes, que protagonizaron un reportaje el pasado 6 de septiembre, un día antes de la vuelta «al cole». Entonces, relataron su emoción por reencontrarse con su alumnado; ahora, más tranquilos y con toda la cautela posible, pues la situación puede variar en horas, destacan que, una vez más, los más pequeños y jóvenes se han crecido y están dando ejemplo en las aulas.

Susana de la Poza, especialista de Pedagogía Terapéutica en el CEIP Miguel Adlert i Noguerol de València, detalla que fue «muy emocionante y muy bonito volver a encontrarse». Aunque los primeros días los pequeños estaban un poco temerosos, ahora reconoce que la rutina está integrada: «se adaptan en seguida a cualquier circunstancia y respetan la distancia, las colas, temperatura, hidrogel,… tienen la rutina asumida al 100 %, saben que es por seguridad».

«Lo han entendido mejor que lo que pensábamos, sorprende lo responsables que son y lo que nos enseñan, mucho más que los adultos», asegura la especialista, quien añade que, incluso, algunos escolares de Infantil también quieren llevar la mascarilla, aunque no es obligatoria en este nivel.

Por su parte, Raquel Cestero, maestra de Infantil y secretaria del CEIP Benimàmet, coincide: «ha sido un mes complicado hasta que nos hemos adaptado, pero a ellos es a los que menos les ha costado y no se quejan; nos han sorprendido como siempre y estaban felices de reencontrarse». «Sorprendentemente han respetado las normas desde el principio, se han adaptado y no manifiestan quejas», dice. Este es el comentario general que trasladan los centros, por lo que el conseller de Educación, Vicent Marzà, dio esta semana las «gracias» a los niños y niñas y les animó a seguir cumpliendo las indicaciones.

La maestra del CEIP Benimàmet reconoce que la nueva situación supone «un reto diario» pero los escolares «hacen que te olvides; te centras en ellos y lo ponen fácil».

Para Ana Pastor, profesora de Historia del IES Benicalap de València, los adolescentes también «tienen la lección bien aprendida» y todo es «más normal de lo que parece». «Saben que si queremos que el IES siga abierto, hay que hacerlo lo mejor posible», apunta. De hecho, su compañero de Valenciano, Ignasi Jara ha apreciado que sus alumnos «tienen miedo a volver a quedarse encerrados, no quieren otro confinamiento». «Están pendientes de todo y muy informados, son conscientes de que esto es serio», explica.

Por último, Lola Mañas, docente del Colegio Pio XII, destaca que los más jóvenes de la ESO «cumplen mejor» que los mayores de Bachillerato, y que los alumnos se «relajan» fuera de las aulas. Para ella, lo vital este 2020-21 es «intentar mantener el ánimo positivo». «Agradecemos que nos podemos ver, ojalá aguantemos todo el año así», desea, mientras que Ana Pastor explica que el objetivo es «que todo sea lo más normal posible».

La pandemia deja a un lado el trabajo cooperativo en las aulas

A pesar del buen inicio de curso —cabe recordar que más del 90 % de centros dan las clases presenciales con normalidad— y de la motivación y las ganas del alumnado por aprender, el profesorado consultados por este periódico muestra cierto pesar por cómo la pandemia ha cambiado el día a día en las aulas.

Por ejemplo, Ana Pastor, del IES Benicalap de València, reconoce que, con las actuales condiciones, es mejor descartar el trabajo cooperativo y algunas dinámicas en grupo, «pero por lo menos estamos en el aula y tenemos el feedback». Asimismo, su compañero Ignasi Jara y también Lola Mañas, profesora de Inglés del Colegio Pío XII, inciden en las molestias que generan las mascarillas para el equipo docente, que deben hablar durante varias horas en voz alta y hace ahora un esfuerzo mayor.

Precisamente en Inglés, el uso de la protección facial es un problema añadido, explica Mañas, ya que «si hacemos actividades orales, no se oye». Por eso optan siempre por tener un soporte visual.

Por otro lado, la Plataforma en Defensa de l’Ensenyament Públic asegura que el inicio de curso fue «menos caótico de lo que se pensaba» y, «en líneas generales, ha sido muy bien planificada por las administraciones y la comunidad educativa». Además, consideran que los planes de contingencia de los centros «están funcionando».

No obstante, desde la plataforma consideran que hay «un claro desequilibrio entre Primaria y Secundaria». «Preocupa la no presencialidad en las aulas» ya que «que la desigualdad será notable dado que en unos centros se ha implantado el 100 % de presencialidad y en otros no. Más notable aún en 2º de Bachillerato», apuntan. Asimismo, avisan de que el punto débil del sistema educativo «sigue siendo el alumnado más desfavorecido».

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