El Grupo por la Recuperación de la Memoria Histórica en València celebró ayer un acto en el cementerio de Llíria para mostrar a familiares de soldados fallecidos durante la guerra en el hospital de sangre de la localidad las fosas y el posible emplazamiento del lugar donde podrían estar sus restos. Una iniciativa con la que «renace la esperanza» de las familias, que «inician un nuevo proceso de búsqueda».

El acto sirvió como una «toma de contacto» con la asociación y supuso «el principio» de un nuevo proceso para los familiares, una línea «distinta» dentro de una memoria histórica que es «poliédrica», según declaró el coordinador del Grupo por la Recuperación de la Memoria Histórica en Valencia, Matías Alonso. Así, explicó que el objetivo de era mostrar a las familias el lugar en el que podrían encontrarse los restos de sus familiares, una ubicación que desconocían hasta ahora. Con ello, celebró que «renace la esperanza» porque «por lo menos saben que sus familiares pueden estar aquí». «Comienza un proceso nuevo de búsqueda para las familias», señalaba.

Alonso precisaba que la cifra de soldados fallecidos en el hospital de sangre de Llíria durante la guerra se situaría en torno a los 150 o 200 «según las estadísticas oficiales», aunque señaló que «no existe un listado concreto de los que no volvieron de la guerra». En ese punto, reivindicó el apoyo económico de las instituciones como el Ayuntamiento de Llíria, la Diputación de Valencia o la Generalitat para «intentar descubrir qué fue de aquellos soldados que nunca volvieron de la guerra».