«Mira lo que llueve». Es uno de los contrargumentos que según explicó ayer el investigador, catedrático de la Universidad de Alicante y premio Jaume I en Protección del Medio Ambiente, Fernando Maestre, más le lanzan negándole que los procesos de desertificación afecten a la Comunitat Valenciana.

«Sin embargo, estas lluvias son contraproducentes», argumenta el biólogo galardonado precisamente por sus investigaciones sobre el proceso de la desertificación. Según indicó, «estas lluvias no son aprovechables, el suelo no filtra y genera un efecto residuo y de arrastre que se convierte en un agente de desertificación».

En su opinión, las tormentas de noviembre «son un aviso a navegantes», «contribuyen a la degradación del medio ambiente» y advirtió que las DANA serán «cada vez más frecuentes». «Tenemos la necesidad de tomar medidas, de reducir la emisión de gases para reducir al mismo tiempo el impacto del cambio climático que ya estamos empezando a sufrir», reclamó.