Un pavoroso incendio declarado ayer por la tarde en las cocheras de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) ubicadas en el barrio de San Isidro de València arrasó 16 autobuses municipales y afectó gravemente a otros siete vehículos. El virulento fuego obligó a un amplio despliegue de medios terrestres e incluso aéreos para colaborar en las tareas de extinción, que se prolongaron durante cerca de dos horas hasta que se dio por controlado. Un equipo de bomberos y otro de la policía científica seguían investigando anoche sobre el terreno las causas del siniestro, que todavía se desconocen.
En total, se movilizaron diez dotaciones de Bomberos Municipales de València, una ambulancia del Samu y otra de los bomberos, aunque no hubo que lamentar ningún daño personal. En cuanto al material, la factura será elevada. Según confirmaron fuentes municipales a este periódico, cada autobús quemado está valorado en unos 350.000 euros. Así, a falta de conocer el alcance de los daños parciales —el ayuntamiento hablaba ayer de un bus con afectación «parcial» y otros seis «afectados»—, los 16 vehículos que sí fueron «completamente» calcinados tendrían un valor cercano a los 5.600.000 euros.
El alcalde de València, Joan Ribó, que se desplazó al lugar a última hora de la tarde junto con el concejal responsable de la EMT, Giuseppe Grezzi, celebró que no hubiera heridos y puntualizó que el balance de daños materiales todavía es «provisional».
Además, destacó que no se conocen hasta el momento los motivos del incendio si bien aseguró que los vehículos quemados estaban «pendientes» de ser reemplazados de cara al año que viene por su «avanzada edad», algo que tanto Ribó como el edil de Movilidad deslizaron como posible causa del fuego.
El fuego provocó una densa columna de humo negro que fue visible a kilómetros de distancia de la ciudad
Viejos, pero en regla
Según el alcalde, los primeros indicios apuntan a que el incendió se originó con la explosión repentina de uno de los vehículos de gas y que se propagó «muy rápido» a los colindantes. Ribó añadió que estaban asegurados y con las ITV pasadas y que los mecanismos de seguridad «funcionaron con normalidad».
Algunos de los autobuses siniestrados tenían hasta 22 años de antigüedad y formaban parte de la flota que está siendo retirada por el ayuntamiento «con la compra masiva» de 164 nuevos buses que ha encargado el consistorio, por valor de 79 millones de euros. «Esto pasa cuando son antiguos. Con los nuevos no pasará», aseguraron.
La flota afectada por el fuego utiliza el gas como combustible, un hecho que propició que ardieran con gran facilidad y de manera muy rápida y que además originó una densa columna de humo negro que era visible desde diversos puntos del área metropolitana de la ciudad, también ayudada por la quema de los neumáticos de estos vehículos. Además de los bomberos, hasta el lugar también se movilizó un numeroso dispositivo de Policía Local y Nacional, que perimetraron la zona para impedir el acceso. Estos últimos incluso desplegaron un helicóptero para que iluminara desde el aire y facilitara la extinción. Igualmente, también se cortó el tráfico rodado en las inmediaciones y Metrovalencia desalojó temporalmente y por precaución la estación de Sant Isidre, donde los trenes no efectuaron parada durante cerca de una hora, según informó la compañía. Pese a la magnitud del incendio, el servicio municipal de transporte no se vió afectado por el incidente.
Ya con el incendio bajo control, el concejal de Protección Ciudadana, Aarón Cano, quiso destacar la «rápida intervención y coordinación» con la subdelegación del Gobierno, Policía Nacional y con el secretario autonómico de Emergencias, José María Ángel.
La oposición pide explicaciones
Tras el incidente, los grupos de PP y Ciudadanos en el Ayuntamiento de València adelantaron que solicitarán informes sobre las causas del incendio y sobre los daños materiales ocasionados por el fuego. La portavoz del PP, María José Catalá, avanzó que su grupo pedirá un informe de las causas y un análisis de la repercusión de «esta nueva desgracia en el servicio». El portavoz de Cs, Fernando Giner, hará lo propio «para conocer el motivo y los daños materiales y económicos» del percance, mientras el representante de Vox, José Gosálbez, se preguntó «qué demonios ha pasado» y exigió «respuestas» a Ribó.
