La izquierda gobernante en la Comunitat Valenciana desde que el acuerdo del Botànic desalojó al PP de la Generalitat en 2015 ha sacado adelante esta tarde en el pleno de las Corts su sexto presupuesto consecutivo, que asciende a 25.679 millones. Lo ha hecho con los votos a favor de PSPV, Compromís y Unides Podem, que suman 52 de los 99 diputados en el parlamento valenciano.

La votación también registra la abstención de los 18 diputados de Ciudadanos, formación que lleva meses negociando con los socialistas su apoyo a las cuentas del Botànic. Solo se han contabilizado votos en contra de dos partidos, el PP, con 19 diputados, y Vox, con diez.

La aprobación del sexto presupuesto consecutivo es un hito al alcance de pocos gobiernos que da oxígeno a la coalición tripartita en tiempos de pandemia y después de un proceso de negociación presupuestaria que ha resultado muy tortuoso y ha mostrado las numerosas fricciones internas que existen en el Botànic en esta segunda legislatura. También se ha visto mucho tacticismo, sobre todo en los últimos días cuando el Botànic se ha dividido sobre la propuesta fiscal de Ciudadanos. Los socialistas querían ampliar la mayoría hasta el 70 por ciento de la cámara, pero en Compromís y Unides Podem preferían no incluir al partido de Cantó en la foto del acuerdo.

La abstención de Ciudadanos supone un hecho inédito porque permite que un partido en la oposición no se oponga frontalmente a los presupuestos del Consell, algo muy poco habitual. Aún así, la abstención sabe a poco, sobre todo en el PSPV, donde ansiaban una potente mayoría que enviara un mensaje de capacidad de sus dirigentes para llegar a acuerdos en tiempos de reconstrucción.

Finalmente, el rechazo de los socios del PSPV, Compromis y Unides Podem, ha impedido el acuerdo. Y el partido de Cantó vota en contra de la ley de medidas fiscales pero se abstiene en el presupuesto. Los socialistas ya anunciaron que no romperían la unidad de voto del Botànic y por lo tanto la última propuesta del partido de Cantó para rebajar la fiscalidad a las rentas de menos de 50.000 euros se queda sin apoyos.

Cantó ha dicho esta mañana que esa reforma fiscal que defendía era necesaria. Ha estado muy cerca de sacarla adelante, pero hay grupos, en referencia a Compromís y Unides Podem, que se han dedicado a destruir mientras el presidente Puig y el conseller Soler se han esforzado en construir, según el líder de Cs.

Cantó ha hablado de "boicot" de Compromis y Unides Podem que, en su opinión, han dinamitado el acuerdo traicionando el pacto de reconstrucción.

La abstención al presupuesto supone un gesto por parte de Cs en respuesta a la voluntad de acuerdos mostrada por el PSPV. Cantó ha hablado con el presidente Puig esta misma mañana y políticamente se ha abierto un camino que puede dar nuevos frutos en el futuro.

Algunas fuentes de Cs apuntan que ha sido el temor a un rechazo interno dentro el partido lo que ha impedido el sí, ya que algunos diputados naranjas no estaban por la labor y señalan que un posible apoyo al Botànic generaba rechazo en buena parte de la militancia.

El sindic del PSPV, Manolo Mata, ha lamentado que no se haya podido llegar a un acuerdo que amplíe la mayoría del Botànic. Mata destaca que el resultado podría haber sido mejor pero que su partido es leal a sus socios y ha destacado como un hecho muy positivo que un partido de la oposición, como Cs, se haya abstenido al presupuesto.

Ciudadanos se abstiene después de meses de acercamiento a los socialistas, un movimiento estratégico que comenzó en verano y que seguía la senda del que dirigía Inés Arrimadas en el Congreso con su oferta de apoyo a los presupuestos del Estado, que finalmente quedó abortada después de que Podemos reforzara la mayoría de investidura para apartar a los naranjas de la ecuación política.

Algo así ha ocurrido en la Comunitat Valenciana, donde Compromis y Unides Podem logran apartar a Cantó de la foto del Botànic, que tiene suficiente apoyo sin Ciudadanos para sacar adelante las cuentas.

El síndic de Compromís, Fran Ferri, ha dicho esta mañana que hay que poner en valor la aprobación del sexto pacto de presupuestos del Botànic y ha añadido que con Ciudadanos se han acordado todas las cuestiones relacionadas con las consellerias de Compromís por lo que su coalición no ha tenido en ningún caso falta de voluntad para pactar.

La síndica de Unides Podem, Naiara Davó, ha asegurado que han dicho no a la operación de marketing de Cantó porque solo buscaba ocupar titulares y ha incidido en que finalmente Cs acaba votando con sus socios de la derecha.

Davó ha dicho que la última propuesta de Ciudadanos no cumplía los requisitos de progresividad y suponía una merma de ingresos para los ingresos de la Generalitat. Davó añade que en el fondo de las propuestas de Cantó nunca ha habido una pretensión de mejorar la vida de los ciudadanos.

Ciudadanos, pese a la abstención a los presupuestos, ha conseguido la mayor parte de sus reclamaciones en forma de enmiendas como el fondo Covid que se decidió hace unos días así como ayudas a colectivos afectados por la crisis además de un aumento de plazas sanitarias y de residencias como habían solicitado.

La lideresa del PP, Isabel Bonig, ha dicho que no valora estrategias de otros partidos y ha anunciado su voto en contra. Puig ha preferido el apoyo de sus socios y no ha llamado al PP, que cree que se podría haber llegado a acuerdos en materias esenciales. Lo que queda claro es que la única alternativa al Botànic es el PP, ha dicho Bonig.

El Consell aprobó las cuentas de 2021, ratificadas esta tarde en el parlamento valenciano, el pasado 30 de octubre. Ascienden a 25.627 millones, un 11,3 por ciento más que las de 2020. Pero ese mismo día se desató una bronca interna de proporciones considerables que obligó a la Conselleria de Hacienda a presentar una rectificación a los pocos días de su aprobación después del enfado de la vicepresidenta, Mónica Oltra, que había tensado tanto la espera que las partidas que aparecieron en el presupuesto no eran las que se habían negociado in extremis.