Lorena, la mujer de 39 años que pudo ser socorrida cuando estaba inconsciente en casa por un derrame cerebral gracias a los mensajes que su hijo de cuatro años Víctor (nombre ficticio) envió desde el móvil de su madre, ha despertado del coma inducido al que los médicos la habían sometido para ayudarla a afrontar el accidente vascular. La mujer continúa ingresada en estado grave, pero su evolución es buena, lo que supone una gran noticia, ya que los médicos eran muy pesimistas en las primeras horas.

«Estamos muy contentos», ha explicado a Levante-EMV una de las mejores amigas de Lorena, que se quedó a cargo del hijo de cuatro años que posibilitó que los demás se diesen cuenta de que algo le había sucedido a su madre y acudieron a su casa para comprobarlo. «Ha despertado, aunque pocas horas al día, porque sigue muy grave», explica Jacqueline, de origen filipino como Lorena.

Los médicos que atienden a Lorena les han explicado que «aún es pronto para saber si el derrame cerebral que sufrió dejará secuelas. De momento, tiene dificultades para hablar y cierta parálisis en el cuerpo», pero los facultativos mantienen su esperanza en cómo evolucione en las siguientes semanas, e incluso meses.

Lorena, tal como adelantó este diario, tuvo que ser sometida a una cesárea de urgencia mientras estaba en coma farmacológico, ya que los médicos necesitaban extraerle el bebé que esperaba para poder someterla al tratamiento habitual de un derrame cerebral, que de habérsele aplicado sin provocarle antes el parto podría haber comprometido la seguridad de la niña que esperaba.

La cesárea se desarrolló con total normalidad. Eso sí, la niña tuvo que ser internada en una incubadora —donde continúa—, ya que su nacimiento fue provocado cuando llevaba solo siete meses de gestación.

Lorena, tal como adelantó en exclusiva este periódico, fue rescatada en estado muy grave del interior de su domicilio, en el valenciano barrio del Grao, tras ser hallada inconsciente, en el suelo, como consecuencia del derrame cerebral sufrido. La Policía Nacional acudió a la casa después de ser alertada por una vecina y las amigas, que acudieron al domicilio asustadas porque el niño de cuatro años de Lorena les había inundado Whatsapp y Messenger con mensajes y, cuando la llamaban, solo respondía el niño diciendo que su madre estaba dormida y no le contestaba.