El clima vuelve a hacer sonar las alarmas en la Comunitat Valenciana. Si hace un par de meses era el temporal de lluvia el que provocaba preocupación por la inundaciones, esta semana es el frío y la nieve que se espera para mañana y pasado los que podrían generar complicaciones, especialmente en el interior del territorio valenciano.

El Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat activó ayer el nivel de preemergencia nivel naranja por nevadas tanto en el interior de Castelló como de València y el nivel amarillo por temperaturas bajas en el litoral de estas dos provincias y por nieve en el interior de Alicante. De hecho, desde Emergencias avisaron ayer de que hay 250 municipios valencianos, casi la mitad del total, que tienen riesgo de quedarse aislados por la nieve y en 82 de estos el riesgo es alto, la mayoría (42) en Castelló, 26 en Valencia y 14 en Alicante.

La situación ha obligado a activar un dispositivo con 664 miembros, 365 bomberos forestales, 215 brigadistas provinciales y 84 tanto autonómicos como del Ministerio de Fomento. Asimismo, se incluyen 164 vehículos entre los que se encuentran 97 quitanieves y 67 auxiliares para evitar que las nevadas que se esperan no impliquen cortes ni colapsos en carretera como los vividos en 2017 en la A-3 a la altura de Buñol y Requena.

No es la única institución que está alertando ante la posibilidad de nieves de hasta cinco centímetros de grosor a partir de los 600 metros. La Diputación de Castelló ha solicitado a los vecinos no salir a la carretera este jueves debido al temporal de frío, viento, lluvia y nieve.

Las nevadas se producirán, como explica José Ángel Núñez, de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), por la entrada de una masa de aire «relativamente cálido» que al coincidir con la masa fría que se encuentra en estos momentos sobre la Comunitat Valenciana provocará las precipitaciones.

En aquellas zonas con una altitud inferior a la cota de nieve tampoco se librarán de los efectos de la borrasca aunque estas serán en forma de lluvia. «No se da la situación propicia para nieve en la costa», pronostican desde Aemet.

Una ola de frío duradera

Tras la nieve y las precipitaciones que podrían prolongarse hasta el fin de semana llegará la calma atmosférica, pero no la subida de las temperaturas. Al revés. Núñez asegura que la próxima semana podrían bajar de nuevo los termómetros en aquellos lugares de cielos despejados y suelos cubiertos de nieve dejando las mínimas todavía por debajo de lo que se han registrado esta semana.

Tal como explica el responsable de la delegación valenciana de Aemet, la principal característica de esta ola de frío es su duración que se viene prolongando desde los últimos tres días de 2020. Núñez compara este fenómeno con el registrado hace nueve años, en febrero de 2012, que durante tres semanas se vivió una continuación de temperaturas bajas.

En este sentido, la temperatura mínima registrada ayer en el observatorio provincial de Castelló, +0,8 ºC, es la más baja desde febrero de 2012. En esa ocasión de hace 9 años se registró +0,2 ºC el día 12 y +0,7 el día 13. También los cuatro bajo cero registrados en Bétera la madrugada del martes es la temperatura más baja desde febrero de 2012 cuando se llegó a -4,1 ºC.

El récord de mínimas hasta la fecha está en Ademuz donde los termómetros marcaron casi ocho grados bajo cero en la madrugada del martes, por los -5,4 ºC de Atzeneta del Maestrat y Utiel o los cuatro bajo cero de Castellfort, Villena y Fredes.