La nieve dejó parados a 300 camioneros por espacio aproximado de seis horas en la mañana de ayer en Villena, al prohibirse el tráfico de vehículos pesados por la autovía A-31 hacia el centro de la península y en dirección a València debido al temporal. Además, hubo también restricciones de menor importancia al tráfico de camiones en la A-7 a la altura de Ibi, y varias carreteras secundarias permanecían cortadas al cierre de esta edición.

En la red principal, la situación se encontraba bastante normalizada, salvo por la obligación de extremar la precaución a la hora de transitar por las zonas donde la borrasca se dejó notar con más fuerza.

La Guardia Civil restableció después del mediodía el tráfico en la A-31 a la altura de Villena en dirección a Albacete y Madrid después de que el temporal de nieve dejara durante horas a más de 300 camiones atrapados en el polígono industrial de Bulilla, desde las seis y media de la mañana.

En un primer momento, la autovía quedó bloqueada también para los conductores que se dirigían hacia València a través de la Font de la Figuera, aunque a estos se les permitió el paso durante la mañana.

La situación que vivieron durante horas todas estas personas obligó a Cruz Roja a intervenir en el polígono con abastecimiento de bienes de primera necesidad, como bebidas calientes y alimentos mientras esperaban a la reanudación del tráfico.

En Ibi, la nieve también hizo que la autovía A-7 quedara por la mañana cortada al paso de camiones y vehículos articulados entre esta localidad y Alcoi, aunque al mediodía ya se permitía su circulación sin problemas.

En esta zona, ya desde primera hora pudo contemplarse otra estampa clásica cada vez que hay una nevada, la de decenas de curiosos que acudieron para disfrutar de la nieve. Los vehículos se fueron acumulando a lo largo de las vías de servicio de la A-7 y junto a las entradas de caminos rurales, aunque no llegaron a producirse problemas de masificación.