España ha tocado un nuevo fondo pandémico. Nunca en el casi año que lleva el virus activo en el país Sanidad había contabilizado, a través de los datos de las autonomías, un número de contagios como el recogido este viernes, cuando la cifra ascendió hasta los 40.197 nuevos positivos. Tampoco había registrado una incidencia acumulada media tan desmesurada como la que ofreció el balance diario de ayer: 575,1 casos por cada 100.000 habitantes, un salto considerable teniendo en cuenta que el pasado jueves este valor se mantenía en 522. Y todo ello en el mismo día en el que Pfizer, el mismo que había servido como primer impulso de luz hacia el final del túnel, anunciaba que sus entregas de vacunas llegarían con retraso. Situación aún más delicada a la vista.

De hecho, el Gobierno comunicó anoche a las comunidades autónomas que, debido al retraso en las futuras remesas de dosis de la vacuna de Pfizer, el próximo reparto de vacunas en España se hará siguiendo criterios equitativos, así como basándose en el número de vacunas administradas en estas primeras semanas de vacunación. El ministerio explica que «España recibirá el 56% de las dosis previstas (el 67% si se tienen en cuenta seis dosis por vial)».

Por ello plantea un nuevo modelo de reparto de vacunas entre las comunidades autónomas, en el que, «además de responder a criterios equitativos, tenga también en cuenta el ritmo de vacunación de la primera semana». Con este reparto espera que cada comunidad tenga dosis suficientes para, al menos, administrar las segundas dosis a los vacunados durante la primera semana.

Las comunidades autónomas recibirán en las próximas horas una comunicación con las dosis que se recibirán el lunes 18. El Gobierno explica que este retraso «solo afectará a los envíos correspondientes a la semana del 18 de enero» y que «antes de mediados de febrero se producirán entregas superiores a las establecidas hasta compensar la reducción que tendrá lugar la semana que viene».

España ya supera los tres cuartos de millón de personas (un 67 % del total) que ya han recibido la primera dosis (768.950 vacunas),Las comunidades que más dosis han administrado a sus ciudadanos son Melilla (100 % de las recibidas), la Comunitat Valenciana (92 %) y Galicia (86 %). Por el contrario, las comunidades que menos dosis han suministrado son País Vasco (51%), Navarra (51%) y Madrid (46%).

Pfizer anunciaba ayer que sus fármacos contra la covid-19 se ralentizarían entre finales de enero y principios de febrero, lo que supondrá que las remesas comprometidas con varios países, entre ellos los de la Unión Europea (UE), llegarán con un 20 % menos de dosis. La farmacéutica alega que va a hacer cambios en el proceso de producción con el propósito de aumentar el ritmo en las semanas siguientes. «Pfizer está trabajando duro para entregar más dosis de las inicialmente previstas este año con un nuevo objetivo declarado de 2.000 millones de dosis en 2021», justifica la farmacéutica en un mensaje enviado a France Presse . «Puede haber fluctuaciones en los pedidos y programas de envío en nuestras instalaciones de Puurs (Bélgica) en el futuro inmediato para permitir rápidamente un aumento de los volúmenes de producción», dijo la compañía, sin especificar qué mercados se verían afectados. «Aunque esto afectará temporalmente a los envíos de fines de enero a inicios de febrero, permitirá un aumento significativo en las dosis a fines de febrero y marzo», dijo la farmacéutica. Desde Lisboa, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión, explicó que el director general de Pfizer se había comprometido a entregar las dosis prometidas en el primer trimestre.

Ante este escenario de mayor afección con las dosis, la situación que vive España cobra todavía más relevancia. Porque los más de 40.000 contagios no son la única señal de alerta. La cifra de decesos diarios, que suele crecer varias jornadas después de que lo haga la de las infecciones, se mantiene por encima de las 200 muertes diarias -235- y las personas hospitalizadas en los centros españoles roza ya los 20.000 después de que aumentara en 704 pacientes el dato respecto al jueves y este se sitúe ya en los 19.657 enfermos.

Con ello, la ocupación hospitalaria se sitúa ya en el 15,69 %, mientras que la presión en las ucis se aproxima al 30 % (29,56 %). Dentro de estas últimas preocupa especialmente la situación de cuatro autonomías: la Comunitat Valenciana, con un 48 % de sus camas ocupadas por pacientes covid, La Rioja (45 %); Cataluña (42 %); y Baleares (41 %).

Sin embargo, no es ninguna de estas autonomías la que encabeza el ritmo de transmisión del virus. Esta situación es especialmente peligrosa en Extremadura que continúa siendo la región con mayor incidencia acumulada, la cual asciende ya a 1.220 casos por cada 100.000 habitantes. Le siguen la Región de Murcia (889 casos) y Castilla-La Mancha (780).

Adelantar el toque de queda, descartado por Sanidad

Con la situación de la pandemia al alza, hasta cinco autonomías -Andalucía, Castilla y León, Galicia, Murcia y Asturias- están pidiendo con insistencia al Gobierno central el confinamiento domiciliario. Sin embargo, la negativa de este por el momento a llevarlo a cabo ha obligado a plantear medidas alternativas, como el adelanto del toque de queda. En esta línea, este viernes, el País Vasco solicitaba una mayor flexibilización de la medida -actualmente solo puede estar entre las diez de la noche y las siete de la mañana- que permita iniciarlo a las 18.00 o a las 20.00, a semejanza de los que desde hoy ya sucede en Francia.

Sin embargo, es Castilla y León -que ayer anunció que cierra perimetralmente sus provincias y limita a cuatro personas las reuniones de no convivientes- la que ya ha optado por la vía de los hechos y lo ha adelantado a las 20.00 desde hoy, aunque Sanidad ya avisaba ayer de que no es posible con el actual estado de alarma. «No cabe esa restricción», ha ininformó el gabinete de Comunicación del Ministerio de Sanidad a través de la delegación del Gobierno en Castilla y León. Pese a ello, Castilla y León considera que sí puede hacerlo y se ampara en los servicios jurídicos de la Junta, que entienden que el horario nocturno es el que va «desde el ocaso hasta el amanecer».

De momento, la que sí que ha adelantado el toque de queda dentro del margen es la Comunidad de Madrid, que a partir del lunes lo tendrá a las 23.00 horas, con el cierre de todos los establecimientos a las 22.00. Además, aunque mantiene las reuniones de seis personas como máximo, recomienda que los madrileños no reciban visitas en sus casas.

Por otro lado, los grupos de no convivientes serán también de un máximo de cuatro personas en Aragón desde hoy, cuando también entra en vigor el cierre perimetral de sus tres capitales de provincia, el adelanto del toque de queda a las 22.00 horas y el cierre a las 18.00 horas de los establecimientos no esenciales, de viernes a domingo.