Con un ojo permanentemente puesto en la altísima tasa de contagios de su Alcoi natal, Naiara Davó se enfrenta hoy a una decisión del máximo órgano de la dirección política de Podem que marcará su futuro inmediato. Su sustitución como síndica por la coordinadora Pilar Lima ha vuelto a tensionar las costuras de un partido continuamente enredado en batallas internas, a tiempo que amenaza con minar el papel de su principal aliado, el vicepresidente Martínez Dalmau.

¿Se esperaba el relevo?

Ha sido una sorpresa, sobre todo en un momento tan complicado de la pandemia y porque hace dos meses nombramos a Pilar portavoz adjunta. Hemos estado seis meses trabajando muy bien a través de tres espacios definidos en un proyecto que votaron los inscritos en las primarias y que separaba liderazgos, con el vicepresidente Rubén Martínez Dalmau en el Consell, Pilar en la secretaría general y yo como síndica.

¿Qué explicación le da? ¿Se asegura Lima con este movimiento el control total del partido?

Creo que es algo que no ha sido demasiado reflexionado. Pilar sabe que la prioridad ahora es centrarse en combatir la pandemia y en vertebrar el partido. Hasta ahora había defendido mi labor como síndica, siempre ha dicho que estaba contenta con mi papel. Hemos trabajado a gusto, liderando proyectos como la reforma fiscal, la propuesta para intervenir en el mercado de la luz o la desprivatización del hospital Torrevieja. El proyecto estaba funcionando con unidad dentro de la diversidad y eso es necesario ahora más que nunca. Siempre hay momentos de tensión dentro del partido, pero estoy segura de que al final vamos a poder seguir centrándonos en lo importante, con liderazgos diferenciados.

La dirección defiende que se necesita una línea política más contundente. ¿Se ha saltado usted las indicaciones de marcar el perfil que el partido le pedía?

Yo creo que la contundencia se demuestra con iniciativas firmes y puedo afirmar que este grupo parlamentario ha sido el más decidido en combatir a la extrema derecha en el parlamento y en defender propuestas valientes que son un sello de la política transformadora de Podemos. En las últimas encuestas se ve claramente una tendencia al alza de Podem y eso es reflejo de las políticas valientes y decididas que estamos liderando.

Usted y Martínez Dalmau aseguran que la maniobra pone en peligro la estabilidad del Botànic. ¿Demasiada contundencia puede ser contraproducente?

No tanto por la contundencia, sino porque cualquier guerra interna dentro de un partido hace tambalear la estabilidad de un gobierno de coalición, en el que se necesita mucho diálogo, consenso, unidad y cohesión. En un momento tan duro y complicado como este, la ciudadanía no va a entender que en lugar de centrarnos en luchar contra la pandemia unidos volvamos a abrir guerras internas. Se necesita más cohesión que nunca y un grupo parlamentario unido y fuerte.

Lima le propone ahora ser portavoz adjunta. ¿Aceptaría si se aprueba su relevo?

No se trata de un intercambio de papeles. Hace unos meses nombramos a Pilar portavoz adjunta, básicamente porque había dicho que no quería ser síndica y que yo estaba haciendo una buena labor. Fue un acuerdo que tomamos de forma conjunta, pero este relevo no respeta la decisión de los inscritos que votaron la consolidación de tres espacios que han estado funcionando correctamente, sin que haya habido nunca ningún posicionamiento de que algo estaba fallando.

¿Cree que las diputadas de Podem podrían rebelarse frente al cambio?

Las diputadas de Podem mostraron la misma sorpresa que yo cuando se trasladó la propuesta y se pronunciaron en una línea similar a la que estoy expresando. Pensaban que no era lo adecuado, ni en contenido ni forma, y menos en un momento tan complicado, cuando las cosas funcionaban bien en grupo parlamentario con objetivos de presente y futuro con los cuales estábamos logrando sacar cosas delante. No entienden muy bien esta decisión.

¿Teme que, llegado el caso, puedan expulsarla o generarse una escisión dentro del partido?

Este tipo de procesos no sabes nunca como van a acabar. Lamentablemente tenemos el recuerdo de guerras internas que han acabado con la expulsión de mucha gente o con grandes divisiones que terminan con el partido sin representación en determinados territorios. No quiero que eso pase en el País Valencià. Somos un partido de gobierno con una responsabilidad enorme de ejecutar políticas y proteger a los valencianos: nos necesitamos cohesionados y fuertes.

¿Si se materializa ese cese continuaría como diputada?

Tenemos una responsabilidad con la ciudadanía y la prioridad ahora es no tener más muertes e intentar paliar las consecuencias económicas de la pandemia. Dividir un grupo parlamentario es siempre una mala noticia porque se pierde fuerza. Aunque haya momentos de tensión o decisiones no acertadas, creo que podemos reconducirlo.

¿Plantean pedir la intercesión de la dirección nacional?

Eso es trabajo de la ejecutiva autonómica, que es la que hace la propuesta. Normalmente un planteamiento de cambio de estructuras internas del grupo parlamentario surge a petición del propio grupo o de un debate del Consell de Coordinación. Esto y segura de que Pablo Iglesias y el Consell de Coordinación saben que la prioridad es combatir a la pandemia, estar cohesionadas y fuertes y que las guerras internas nunca nos han llevado a buen lugar y han hecho incluso que nos quedemos fuera de algunos parlamentos.