Las Fallas disponen, desde ya, y en todo el territorio de la Comunitat Valenciana, de varios meses por delante para tratar de articular un programa de actividades para que la fiesta, si la evolución de la pandemia de covid lo permite, se celebre durante el segundo semestre del año. Esto quiere decir que, finalmente, el mes de julio se convierte en la primera tabla de salvación, confiando para entonces, la inmunidad de rebaño alcance un nivel suficiente como para recuperar el pulso a la fiesta, su masa social sustentadora y sus sectores productivos.

La comunicación de la Generalitat supone por una parte, un revés: las previsiones de diciembre, antes de la tercera ola, hablaban de abrir la ‘ventana’ en mayo. Incluso de tratar de hacer algún acto en marzo. Pero el salvaje repunte de la ola deja esa opción en su margen más lejano: julio.

Por otra parte, pudo ser peor: temían los agentes falleros que la comunicación del gobierno autonómico fuera confirmar la suspensión de la fiesta (con eso contaban todos) pero no dar ningún plazo para empezar a pensar en la recuperación. Algo que, durante bastante tiempo de la reunión se produjo y fue la insistencia de la Interagrupación la que permitió que la ventana, aún llena de condiciones y dudas, se abriera a partir de ese segundo semestre. al final, la comisión de seguimiento calificaba el resultado como «muy positivo para el colectivo fallero». Pero el presidente de la Interagrupación Guillermo Serrano insistía precisamente en ese matiz: «Era absolutamente necesario tener por lo menos una expectativa. Que no era más que estar en congruencia con lo que ha dicho el propio presidente de la Generalitat. Los falleros sabemos perfectamente que todo está condicionado a cómo evolucione todo. Pero suspender sin ninguna perspectiva habría sido muy malo en todos los aspectos. Porque además, lo único que aguanta todo son las comisiones. Sin comisiones y su base social, nada puede sobrevivir. Por eso, necesitamos plantar y quemar. Si puede ser en julio, que para mi es la mejor opción, mejor. Pero siempre sabiendo que lo que tenga que pasar no lo decidiremos nosotros, sino la situación».

¿Se podrá plantar y quemar en julio?

Pues quizá sí y quizá no. Es más factible, objetivamente, en septiembre o en octubre pero también se apela a que el calor achicharrante de julio juega en contra de la supervivencia del virus. Lo que unido a los niveles de vacunación que haya entonces puede hacer virar las cosas para bien. O resignarse. En cualquier caso, teniendo siempre claro que no serán unas Fallas al uso.

¿Plantarán y quemarán todos las poblaciones a la vez?

No necesariamente y lo más normal es pensar que no. (Siempre que la evolución sanitaria permita celebrar fiestas, hay que recordarlo en todo momento). Lo normal es que cada municipio las amolde a su propio calendario. Teniendo en cuenta que, cuando se levanten restricciones a las fiestas, muchos ayuntamientos tendrán que tomar decisiones con sus "fiestas mayores", que no son las Fallas, aunque planten fallas.

¿La Meditadora? ¿La Ofrenda?

Eso sí, en principio se frustra la posibilidad de quemar la Meditadora el 10 de marzo o celebrar la Ofrenda en mayo. Ambos festejos tienen que reformularse en fecha y habrá que ver si también en formato. Lo mismo que la Crida. Nada se puede afirmar, en ese sentido, a 16 de enero. Esa evolución de los datos decidirá si la Ofrenda se puede celebrar antes que plantar las Fallas y en qué formato.

Y, en cualquier caso, hay que pensar que esas decisiones, a la hora de la verdad, la decide cada población con sus órganos de decisión. En València, por ejemplo, la asamblea de presidentes. ("Tenemos este escenario y podemos celebrar hasta aquí. ¿Lo hacemos o esperamos más tiempo?")

¿Y los casales y concursos de la JCF?

La vida de casal o la finalización de los concursos de la JCF no forman parte de estas directrices. Eso lo condicionará la situación en cada momento en materia de reuniones sociales. Dicho de otra forma, el concurso de teatro tednrá lugar cuando se levanten las restricciones del toque de queda y los aforos serán los aplicables en los teatros.

El aforo en los casales, y su actividad, irá variando según se vaya doblegando la curva. Desde el casi cero absoluto actual a aquel 50 por ciento que había hace dos meses. Luego llegará el 75... hasta, algún día, recuperar la plenitud.

¿Y el cierre de ejercicio 2021?

El concejal de Cultura Festiva del Ayuntamiento de València, Carlos Galiana, anunció el inicio de «un periodo de reflexión conjunta para tomar decisiones, tal como hemos hecho hasta ahora». Lo primero será arreglar las cuestiones internas para cerrar el ejercicio 2021. «Propondremos un calendario para esos asuntos internos, como por ejemplo la nueva elección de presidentes y presidentas, cierre de la contabilidad o elección de vocales de sectores». Empezará a verse en el pleno extraordinario del próximo martes.

¿Y los sectores económicos afectados?

Palabras de Carlos Galiana: «Mantendremos reuniones lo más pronto posible con representantes de los diferentes colectivos, federaciones, gremios, directiva, delegados y delegadas de JCF, etc. para valorar la actual situación, el futuro de nuestra fiesta y las posibles ayudas a los sectores implicados». Galiana aprovechó para lanzar el guante y pedir «al resto de administraciones públicas implicación activa en la reactivación de nuestra fiesta y su mantenimiento como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad».

¿Y las falleras mayores de 2021 y 2022?

Paciencia. Es uno de los temas más complicados en materia social. Hay que tener en cuenta que la potestad es de cada comisíon. Otra cosa es que se impartan premisas de qué hacer para seguir todos una misma línea, como ha ocurrido en este ejercicio. Y lo mismo sucede con la preselección y elección de las falleras mayores de València 2022. Pero ese tema no es prioritario a 16 de enero. Incluso una previsión pesimista, de plantar y quimar en octubre, dejaría un escenario factible. Elegir las falleras mayores en noviembre o diciembre es un escenario que ocurrió no hace tanto tiempo. Y el ciclo de nombramientos y proclamaciones en cada comisión también. Es, hay que reconocerlo, un tema complicado pero es más que posible que, a partir de, por ejemplo, abril, el panorama esté mucho más clarificado.

Y el resto de fiestas, lo mismo

Por otra parte, hay que considerar que esta directriz engulle todo el resto del calendario festivo: Fallas, Semana Santa Marinera, San Vicente Ferrer, Virgen de los Desamparados y Corpus.

La plaza del Ayuntamiento tendrá un medidor del virus en el aire

El Ayuntamiento de València y las universidades Jaume I y Universitat de València han acordado la instalación en la plaza del Ayuntamiento de una estación para la medición de la presencia del SARS-CoV-2 en el aire, como herramienta de vigilancia y alerta de la transmisión del covid-19.

Se trata de un método de evaluación en espacios abiertos, a partir de la medición de su presencia en aerosol atmosférico. El estudio forma parte del proyecto de investigación «Detección del SARS-CoV-2 en aerosol atmosférico como herramienta de vigilancia y alerta de la transmisión del COVID-19» que dirige la doctora Juana Mari Delgado-Saborit, de la Universitat Jaume I, con la colaboración de personal investigador de la Universitat de València, que se encargará de las mediciones. Para ello, se prevé instalar dos equipos de medición junto al captador de la Red de Vigilancia y Control de la Calidad del Aire situado al lado de la fuente de la plaza del Ayuntamiento, que serán utilizados durante un periodo de 9 meses. Estos dos equipos permitirán muestrear partículas en el aire PM2.5 y PM10, y su emplazamiento ya dispone del visto bueno de la Comisión de Patrimonio municipal. La evaluación de hará a diario. y los datos se relacionarán con los datos registrados de incidencia de covid-19.