Durante el transcurso de la pandemia se ha ido probando lo estrechamente relacionadas que están la salud y la economía. El impacto que la irrupción de la tercera ola está teniendo en el mercado laboral valenciano aporta ahora otra evidencia de ello. Desde el inicio de la pandemia y hasta el 18 de enero se han presentado más de 71.000 expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) en la Comunitat Valenciana, que han afectado a 480.000 personas. Pero el ritmo de crecimiento que venía registrando este indicador en los últimos meses se ha acentuado desde finales de año coincidiendo con el agravamiento de la situación sanitaria, llegando a triplicarse. Y todo ello pese a que los últimos datos todavía no recogen los efectos que tendrá el cierre total de la hostelería y las limitaciones al comercio.
En concreto, en el último mes se han multiplicado por tres el número de empresas que han presentado ERTE ante la autoridad laboral. Fueron 431 entre el 23 de noviembre y el 14 diciembre frente a 1.686 desde esa fecha y hasta el 18 de enero, según datos que mensualmente aporta la Conselleria de Economía. Los trabajadores afectados también han doblado el ritmo de crecimiento: de aumentar en menos de 5.000 entre noviembre y diciembre a rozar las 10.000 personas nuevas desde entonces.
La Generalitat no aporta en ese balance mensual de la evolución de los ERTE la cifra de cuántas personas hay actualmente afectadas. El total autonómico desde marzo supera los 480.000 trabajadores y,según el Ministerio de Seguridad Social, la Comunitat Valenciana cerró 2020 con 47.150 personas en expedientes temporales de empleo. Un dato que amenaza con dispararse como consecuencia del empeoramiento de la situación sanitaria y, en consecuencia, del aumento de las restricciones que han derivado en el cierre de la hostelería y la limitación horaria del comercio no esencial.
Avalancha de solicitudes
«El 98 % de la hostelería va a plantear ERTE», avanzaba ayer el presidente de la Federación de Hostelería de la Comunitat Valenciana, Manuel Espinar, en declaraciones a este diario. Antes de la crisis del coronavirus, el sector estaba compuesto por cerca de 34.000 empresas y 160.000 trabajadores, por lo que de cumplirse las previsiones de la organización empresarial la avalancha de ERTE en bares y restaurantes elevará las cifras actuales sustancialmente.
Según aseguró el propio presidente de la Generalitat, Ximo Puig, al anunciar el plan Resiste de ayudas para este y otros sectores gravemente afectados por la crisis, aproximadamente la mitad de esos más de 47.000 valencianos en ERTE son trabajadores de hostelería.
Según Espinar, los propietarios de bares y restaurantes estudian ahora si optar por los ERTE de impedimento —planteados para cese total de actividad— o por limitación —para aquellos que vayan a mantener sistemas reparto a domicilio y de recogida en el local—. Pese a la creencia generalizada, vaticina que «no serán tantos» los que recurran al delivery, lo que atenuaría el número de empleados en ERTE al requerir personal de cocina, de atención al público y para hacer las entregas. «Es un mercado muy limitado y que requiere mucha especialización y mucho trabajo de posicionamiento», añade.
