Partidos de gobierno y oposición reaccionaron ayer a las nuevas restricciones anunciadas por el Consell. Así, del calificativo de «necesarias» habituales en los socios del Botànic se pasó a la críticas de la oposición, que puso el foco principalmente en lo ocurrido en el hospital de campaña.

Para el PP, el anuncio fue otra muestra de «deslealtad». «No tenemos ninguna información del gobierno valenciano, otra vez fallan en lealtad con la oposición y transparencia», indicaron desde el partido de Bonig.

Cs considera que con esta vuelta de tuerca «queda demostrado que el tripartito se ha confiado durante estos meses y no se ha preparado bien para hacer frente a esta tercera ola». «Mientras tanto, siguen peleándose entre sí», añadía el síndic Toni Cantó.

En el Botànic, Podem y Compromís recordaron que ya habían pedido más contundencia en las medidas en semanas anteriores para prevenir la situación. Así, Fran Ferri insistió en la necesidad de pedir el cambio del estado de alarma para dar más herramientas a las autonomías y desde Podem dieron la bienvenida «a todas las nuevas medidas para reducir al máximo los contactos». Por su parte, el síndic socialista, Manolo Mata, aseguró que cada restricción «es dolorosa pero muy necesaria» porque «cada vida salvada por una restricción la justifica».

«Las nuevas restricciones anunciadas por la Generalitat Valenciana van en la línea de lo que algunos venimos reclamando hace semanas», indicó el alcalde de València Joan Ribó, mientras la vicealcaldesa, Sandra Gómez, destacó que hay que frenar la pérdida de vidas «y utilizar todos nuestros recursos para salvar puestos de trabajo».