La Generalitat se sumó ayer al Día del Holocausto con un acto de recuerdo a todas las víctimas, especialmente a las 393 valencianas, y una llamada «a huir del odio» como «mejor vacuna contra el fanatismo» y a la unidad, junto a representantes del pueblo judío y el gitano.

«Nadie está a salvo de convertirse en un fanático», advirtió el ‘president’, Ximo Puig, en el homenaje celebrado en el Palau como una de las lecciones que dejó aquella barbarie de la que se cumplen 76 años en 2021. Como presidente de la Comunidad Israelita de Valencia, Isaac Sananes ha defendido que mantener la memoria del Holocausto es más necesario que nunca porque evitar que se repita es «obligación de todos». «Ni queremos ni podemos olvidar porque sabemos que la memoria es capaz de evitar nuevas atrocidades. El olvido prolonga el exilio», proclamó.