La estampa de contenedores repletos de residuos covid-19 apilados a las puertas del Hospital Clínico de València denunciada el lunes por los sindicatos puede que sea la última pero, desde luego, no ha sido la única en lo que llevamos de pandemia. Y es que, desde que el coronavirus SARS-CoV-2 entró en la Comunitat Valenciana, el aumento de residuos sanitarios «peligrosos» como estos —del grupo III— ha sido tal que las capacidades de la empresa responsable se han visto más de una vez superadas.
La consecuencia ha sido la acumulación de este tipo de residuos en sitios más o menos convenientes a la espera de que llegara una solución. Antes de que empezara la tercera ola, ya se había registrado esta situación en varias ocasiones alcanzando el atasco los 83.500 kilos en una ocasión y los más de 71.000 en otra, según informes de la Conselleria de Sanidad y saturando zonas de varios hospitales de Valencia y Alicante.
Ahora, la situación se ha vuelto a dar aunque desde la Conselleria de Sanidad defienden que se ha contratado a una empresa externa de refuerzo para ayudar a la contrata original, Consenur que, pese a sus esfuerzos se ha visto sobrepasada. La propia consellera de Sanidad, Ana Barceló, justificó ayer que el volumen de este tipo de residuos se había duplicado, de las 2.000 toneladas generadas en un año normal a las 4.000 en 10 meses de pandemia y que por ello se había hecho otro contrato.
Dos contratos de 151.000 euros
La empresa a la que se ha recurrido de urgencia es Cespa Gestión de Residuos SA con la que se ha cerrado un contrato marco de 453.000 euros, a 1,55 euros por kilo recogido. Hasta el momento, la Administración ha formalizado al menos dos contratos dentro de ese acuerdo marco (de 151.000 euros cada uno) al detectar acúmulo de restos en dos momentos diferentes
La conselleria evitó ayer concretar en qué fechas se habían realizado estas contrataciones de emergencia y si se había ampliado ante el nuevo colapso de residuos covid. Desde sindicatos como la CGT, CSIF, USO y CC OO denuncian los problemas pese a que se está contratando de forma externa. Así, desde CC OO denuncian que estas ayudas complementarias al trabajo de Consenur estaban llegando «tarde y no son suficientes» a la vista de que los contenedores se estaban volviendo a acumular y eso que, como apuntó la directora general de Infraestructuras, Carmelina Pla, en el Clínico se había pasado de un camión diario a siete al día.
El centro de la avenida Blasco Ibáñez, además de uno de los más saturados en esta tercera ola es uno de los que más está sufriendo y más a menudo los problemas de capacidad de las dos empresas contratadas ya que no es la primera vez que los contenedores se acumulan. Ahora, el montón de residuos en las trasera del edificio de consultas externas está generando problemas en las oficinas cercanas y en la sala de extracciones donde están manteniendo estos días las ventanas cerradas por miedo a tener tan cerca estos kilos de residuos peligrosos, según critican desde el sindicato USO que también lamenta la falta de información.
Justo antes de que comenzara la tercera ola, el Hospital Clínico tenía ya un volumen considerable de residuos sin recoger. Según datos de la propia conselleria, llegaron a ser 14.600 kilos acumulados entre contenedores y cajas de cartón en una ocasión. Es uno de los que más saturados han estado pero no ha sido el único.
Once instalaciones afectadas
La basura covid-19 pendiente de recoger ha afectado a once hospitales de la provincia de Valencia y a otros siete de la provincia de Alicante, especialmente al Clínico, La Fe, Sagunt y Xàtiva y el centro de Orihuela, el de Elda y el General de Alicante. En este último hospital, fuentes sindicales apuntan que las cajas se acumulan en la parte trasera y que la empresa «no da abasto. Antes cada bolsa roja de residuos iba en un cubo negro y ahora meten dos bolsas en cada caja de cartón».
