La ley de Plurilingüismo (PEPLI) que impulsó el Botànic durante su primera legislatura llegará el próximo curso a los institutos valencianos, después de que ya hayan finalizado Primaria los primeros alumnos con este programa y de la moratoria de un curso, debido a que el confinamiento impedía a los IES elaborar el Plan Lingüístico de Centro (PLC) y trabajarlo en los claustros y consells escolares como era debido.

Ahora, los centros de Secundaria tienen hasta el próximo 28 de febrero para tenerlos listos pero, cerca de setenta IES han suscrito una carta en la que lamentan que, ajustarse a los márgenes que marca el PEPLI, les supone un retroceso en las horas de valenciano que impartirán respecto a las actuales. Si bien, en el momento de la aprobación de la ley algunos colectivos ya alertaron sobre la situación del valenciano, la principal oposición llegó de las zonas castellanoparlantes, como la Vega Baja y Utiel-Requena; ahora las criticas llegan desde institutos de la Ribera, la Safor, el Comtat, l’Alcoià, la Costera, la Vall d’Albaida y también comarcas de Castelló.

Cabe recordar que - igual que en los niveles inferiores- para Secundaria, la Ley de Plurilingüismo de 2018 establece unas horquillas y porcentajes mínimos de las tres lenguas: el 25 % de las horas lectivas debe ser en castellano, otro 25 % en valenciano y entre un 15 y un 25 % en inglés. A partir de ahí, y sin imposiciones, los centros tienen flexibilidad y son los que, de acuerdo con su contexto sociolingüístico y las características del alumnado, deciden su proyecto lingüístico, en el que deben combinar los tres idiomas hasta cubrir el 100 % del tiempo curricular. La conselleria no toma parte, solo aprueba los proyectos cuando los recibe.

Estos IES critican poder dar como máximo el 60 % de horas en valenciano y quieren una solución similar a la que la conselleria brindó a las directivas de zonas como Utiel-Requena o la Vega Baja: que se les aprueben planes lingüísticos experimentales para hacer una transición hacia el plurilingüismo.

En concreto, en el texto indican que sienten un “agravio comparativo” respecto a los institutos de las zonas castellanoparlantes. “Las comarcas del sur por su disconformidad/ incapacitación en la hora de vehicular materias no lingüísticas en valenciano, según los porcentajes que dispone la ley, se les ha permitido acogerse al artículo 8 de la ley, que contempla la autorización de programas plurilingües experimentales siempre que cumplan los objetivos de la misma, para implementar de manera progresiva el PLC”, apuntan y a lo que añaden “la situación de diglosia en la que se encuentra el valenciano”.

Oreto Trescoli, directora del IES Guadassuar, explica que redactó la carta porque el profesorado se “negó en el claustro a vehicular en castellano”. “Siempre hemos garantizado el bilingüismo porque hay que tener en cuenta que el castellano es la lengua dominante en la sociedad y muchos materiales que gastamos en clase, como manuales o audiovisuales, están en castellano. Ya hacemos ese tratamiento de la lengua y cumplimos los objetivos de la ley”, defiende.

“Nosotros y otros centros con la misma situación sociolingüística lo consideramos un retroceso en derechos lingüísticos; no vamos en contra de la ley, ya la cumplimos porque garantizamos la competencia lingüística; yo no sé si puedo obligar a mi profesorado a dar clase en castellano…”, resume la directora sobre una iniciativa a la que se sumaron rápidamente otros centros.

De hecho, desde el IES Guadassuar han recibido directamente más de una veintena de adhesiones y, en total, ya son más de 70, según apunta Escola Valenciana. En un comunicado, el colectivo pide “soluciones para los institutos que reclaman ‘más valenciano’” y “las medidas necesarias para avanzar en la normalización del valenciano”.

Además, Escola Valenciana ha recordado que mientras la enseñanza en valenciano garantiza “el total dominio, tanto de valenciano, como de castellano, así como un dominio efectivo del inglés”, los programas que aplican una enseñanza mayoritariamente en castellano “no garantizan el completo dominio de valenciano, y obtienen peores resultados en inglés, lo cual es un agravio comparativo”.

Por su parte, el sindicato Stepv “comparte totalmente este manifiesto que tiene como finalidad garantizar un adecuado tratamiento lingüístico que evite un retroceso en el aprendizaje y dominio de las lenguas por parte del alumnado valenciano”.