La Conselleria de Vivienda y Arquitectura Bioclimática no ha dudado en ponerse en contacto con los vecinos de la calle Turia que ayer denunciaban en Levante-EMV una operación inmobiliaria que les obliga a abandonar sus viviendas cuando finalice el contrato de alquiler para que los que ahora son sus hogares se conviertan en apartamentos turísticos.

Y es que un grupo francés ha comprado dos bloques de viviendas en la calle Turia y ya les ha comunicado a los vecinos (por carta o burofax) que, cuando venzan sus contrato de alquiler, deben marcharse del que ha sido su hogar durante décadas. Para agilizar la operación, les han ofrecido dinero para que se vayan cuanto antes. Hay quienes han cogido el dinero y se ha marchado y hay quienes aún resisten en sus viviendas, algo abrumados por el interés mediático que ha suscitado al noticia.

«La verdad es que como es una operación legal no pensamos que la Administración podía frenar la operación», explica Pedro, uno de los afectados. Y eso es, precisamente, lo que le preocupa a la conselleria ya que «en demasiadas ocasiones nos enteramos por la prensa de operaciones inmobiliarias en las que podríamos haber intervenido. Por eso es tan importante conocer los casos cuanto antes y ahí es fundamental la buena atención y asesoramiento de los ayuntamientos, de sus servicios sociales, que es la primera puerta a la que llaman los vecinos cuando tienen un problema de estas características».

Desde este departamento se asegura que la unidad de desahucios ya se ha puesto en contacto con los vecinos afectados de la calle Turia para reunir la documentación e investigar qué se puede hacer. « De momento, lo que ha enviado el grupo francés es la comunicación de que cuando finalicen los contratos se tienen que ir y vamos a hacer todo lo que esté en nuestra mano para que no sea así», explica la directora general de Emergencia Habitacional, Función Social de la Vivienda y Observatorio del Hábitat y Segregación Urbana, Pura Peris.

El Ayuntamiento de València, por su parte, afirma que no tiene campo de actuación posible. Y es que, tras iniciar la conquista del centro histórico, los fondos de inversión se han extendido de murallas para fuera. Y es que la ciudad cuenta desde hace un año con el Plan Especial de Protección (PEP) de la Ciutat Vella, cuya principal finalidad es proteger el carácter residencial de los más de 2.250 inmuebles que configuran el área residencial y unificar la normativa aplicable en el centro histórico.

Pero la calle Turia no pertenece al distrito de Ciutat Vella, sino al de Extramurs y queda fuera de ese plan de protección que pretende limitar los apartamentos turísticos en el centro histórico de la ciudad. Por una calle, pero se queda fuera.