Se acabaron las excusas de la covid para ir al gimnasio. Ha habido 53 días en los que su cierre podía ser una justificación para no levantarse del sofá y acumular kilos, pero desde ayer, la reapertura de estos centros es también una vuelta a la operación «salvar el verano» en términos de salud física y sin connotaciones coronavíricas ni económicas. Porque entrar en el bañador es también un objetivo.

Las más de 600 instalaciones deportivas de la Comunitat Valenciana pudieron ayer volver a su actividad casi dos meses después de que las decisiones sanitarias les cerraran la persiana. «Había muchas ganas», dice Laura al finalizar una clase de crossfit quien admite que estaba «hasta nerviosa». «Todo ha sido como antes del cierre, había distancia, teníamos que limpiar el material, todo muy seguro, pero ahora también tenemos que llevar la mascarilla en todo momento».

El cubrebocas es la imagen clave para diferenciar un gimnasio entre enero y marzo de 2021 y es el elemento de debate entre sus usuarios. Para Laura ha sido «un poco insoportable» dar la clase con este puesto mientras que Antonio, compañero de sesión, asegura que ya está acostumbrado. «He estado corriendo estos meses con mascarilla», añade. Del «no sé si será necesaria» al «si lo dicen será por algo».

Con ilusión de volver

De momento, la vuelta es al 30 % del aforo, con distancia de seguridad, la mencionada mascarilla y reapertura también de vestuarios y duchas, una novedad respecto a la situación de enero cuando se cerró. «Estamos encantados y con mucha ilusión de volver a ofrecer servicios deportivos de calidad», dice el presidente de la Asociación de Empresarios de Centros Deportivos de la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Gómez-Pantoja.

La última alegría ha sido, admite, por el horario. Sanidad rectificaba en el Diario Oficial de la Generalitat de este mismo lunes su decisión de limitar hasta las 20 horas la actividad en las instalaciones deportivas que no fueran al aire libre. Ahora, tras la nueva publicación del DOGV, los gimnasios podrán abrir hasta las 22 horas, cuando comienzan las restricciones a la movilidad por el toque de queda.

La buena noticia tiene un toque agridulce ya que los 53 días de cierre han pasado factura al sector. «Calculamos que un 30 % de los centros deportivos van a quedarse por el camino, se ve en las páginas de internet muchos anuncios de gimnasios traspasándose», añade Gómez-Pantoja quien explica que esto ha provocado una destrucción de empleo «especialmente juvenil y femenino».

Uwe Henningsmeyer forma parte de la Plataforma Defiende tu centro deportivo y es gestor de uno de estos en la Patacona. «Ha sido muy duro, se generó un boquete económico muy grande para el sector», indica. En su opinión, la llamada a cierre y su apertura tardía «manda un mensaje de inseguridad en la ciudadanía, tiene repercusiones después de que hayamos invertido mucho dinero en adecentar los espacios».

Sin embargo, eso no frenó la ilusión de deportistas como Nicole que volvieron al deporte en el gimnasio: «En casa he estado haciendo entrenando durante este tiempo, pero no es lo mismo porque el monitor te ayuda muchísimo, tenía ganas de volver, esta hora de deporte me da la vida».