A lo largo de la pandemia los militares se han convertido en una pieza clave en la lucha contra el coronavirus, realizando labores de desinfección y rastreando contagios. El enemigo en el campo de batalla es un virus y ante la amenaza real de otras guerras bacteriológicas, el Ministerio de Defensa ha tomado la decisión de potenciar las unidades NBQ (Nuclear, Biológica y Química), formando a la tropa en esta materia y creando nuevas secciones de descontaminación ligera. Precisamente el regimiento NBQ 1, situado en Paterna, es la unidad de referencia del Ejército de Tierra en todo lo que se refiere a la defensa contra agresivos de carácter NBQ.

Actualmente este regimiento de Paterna se compone de diferentes unidades de reconocimiento, de descontaminación, de toma de muestras de agentes NBQ y de laboratorios que analizan las muestras de los agresivos recogidas en los diferentes escenarios. Su misión principal, según fuentes del Ejército, es «apoyar a otras unidades militares en la defensa contra agresivos NBQ en cualquier escenario, anulando o neutralizando sus efectos, mediante identificación de los agresivos empleados; el reconocimiento de zonas contaminadas; establecimiento de áreas de seguridad y la descontaminación del personal y material afectados».

Tanto las unidades NBQ como los Centros de Control de las Comandancias Generales están preparados, siempre que sean requeridos, para apoyar a las autoridades civiles y para hacer frente a los efectos NBQ de las catástrofes naturales, accidentes industriales, atentados terroristas u otro tipo de situaciones relacionadas con este tipo de agresivos, como ha sido la pandemia por covid-19.

Equipos de reconocimiento

Con el objetivo de potenciar y optimizar esta capacidad, por parte del Ejército de Tierra va a incrementar las capacidades del Regimiento de defensa NBQ, mediante la activación de nuevas secciones de descontaminación ligera. De igual modo, se activarán nuevos equipos de reconocimiento dentro de las compañías de defensa NBQ de las Brigadas de Combate.

También se va a impulsar la formación NBQ del personal de tropa en la Escuela Militar de Defensa NBQ, situada en la Academia de Ingenieros de Hoyo de Manzanares (Madrid). Y se van a adquirir nuevos equipos y materiales relacionados con la detección temprana y la protección colectiva.

Todo ello, y el fomento de acciones de apoyo a autoridades civiles, permitirá, según destacan estas fuentes, «una notable mejora en la disponibilidad, flexibilidad y eficiencia» de las unidades militares ante posibles contingencias bacteriológicas futuras.