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1.073 víctimas rescatadas del olvido

El 74 % de los represaliados está enterrado en Paterna, «el Valle de los Caídos valenciano» para las familias

1.073 víctimas rescatadas del olvido |

1.073 víctimas rescatadas del olvido | EDUARDO RIPOLL

Empatía. Es lo que se requiere para hablar de Memoria Histórica y Reparación, para entender el dolor y la incertidumbre con la que miles de familias han vivido desde hace 80 años. Desconocer el paradero de un abuelo, de un tío o de un padre, no saber dónde están sus restos ni poder honrarle no se comprende fácilmente si no hay en la historia familiar un caso así. Por eso, la empatía de la sociedad es lo único con lo que cuentan las víctimas, que ven cómo la sensibilidad de las Administraciones también creció en el último lustro.

En la C. Valenciana se han exhumado desde 2003 a un total de 1.073 cuerpos, y hay previstos otros 570. Esto no quiere decir que hayan podido ser identificados, ya que se requiere de familiares vivos para cotejar las muestras de ADN. Represaliados que se encontraron en la apertura de 62 fosas y nichos de las 559 que se tienen catalogadas.

Setenta fosas en Paterna

Se calcula que las víctimas soterradas alcanzan las 3.000, y de ellas, el 74 % se encuentran en Paterna, el «Valle de los Caídos valenciano», como califican las familias. Allí se encuentran 2.238 personas de toda España en 70 fosas. Paterna fue el epicentro de los fusilamientos, como Castelló, en cuyo camposanto se calcula que hay un millar de víctimas.

Entre 2003 y 2016 se realizaron 16 exhumaciones y 48 cuerpos fueron rescatados. Desde 2016 hasta hoy se ha intervenido 30 fosas y sacado a la luz unos 736 cuerpos, el doble de trabajo en una tercera parte de tiempo. Esos trabajos han estado realizados por empresas privadas como Paleolab y Arqueoantro, quien a través de las subvenciones de las administraciones han podido realizar los trabajos, siempre impulsados por las asociaciones de familias de represaliados.

Es el caso de Santi Vallés, presidente de la Asociación de la Fosa 113 de Paterna. Tiene una sensación «agridulce»; por un lado, «agradecido» a las Administraciones, «pero esto no va de subvenciones, esto es una cuestión de Estado», afirma. De hecho, Vallés insiste en que las exhumaciones no son suficientes, ya que el verdadero trabajo debería ser la identificación de las víctimas, para lo que el tiempo vuela: «En nuestra asociación, han muerto 5 familiares directos, lo que complica la comparación de datos», afirma. «Todo esto llega muy tarde para hijos e hijas, que acaban muriendo», lamenta Vallés.

Hace apenas un mes se celebró la entrega de tres familiares de la fosa 100 en Paterna. Los restos de Salvador Gomar, Juan Luis Pomares y Vicente Blanquer fueron entregados a sus hijos, todos con más de 80 años pero motivo suficiente como para hacer un acto propio.

Para el doctor en Historia Vicent Gabarda, el primero que documentó las fosas de Paterna, es en estos momentos cuando hay una «conjunción de deseos» entre las familias, las Administraciones y la presión social. «Antes no se podía exigir, y es triste, porque los familiares desaparecen y complica la identificación».

Dos semanas atrás se celebró, también en Paterna, la entrega de 21 represaliados identificados de la fosa 112 a sus familiares. Asistió la consellera de Memoria Democrática, Rosa Pérez Garijo, una de las impulsoras del apoyo de la Administración valenciana a las familias, primero en la Diputación de València y ahora en la Generalitat. Su sucesor, el diputado Ramiro Rivera, ha continuado con el respaldo a los trabajos de exhumación. Como apunta Vallés, «ojalá la lucha no se de las familias sino del conjunto de la sociedad democrática».

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