Un total de 17 personas represaliadas han sido devueltas hoy a sus familias en el cementerio de Paterna, donde fueron enterradas en la Fosa 127 tras ser fusilados por el franquismo. La asociación de familiares ha celebrado una ceremonia de entrega de los restos óseos y objetos personales encontrados en la fosa a 17 personas vinculadas directamente con ellos, entre los que se encuentran una decena de hijos e hijas directos y varios sobrinos, nietos y bisnietos.

El presidente de la Asociación de Familiares de la Fosa 127, Juan José González, ha comenzado su intervención agradeciendo las subvenciones de la Diputación de València -primero con la diputada Rosa Pérez Garijo, hoy consellera de Calidad Democrática, y después con el diputado Ramiro Rivera, ambos presentes - así como a la empresa PaleoLab, encargada de los trabajos de exhumación e identificación de restos. Aunque se han entregado 17 cuerpos, están identificados más de 130 víctimas de la fosa pero no se ha podido contactar con los familiares.

"En 2017 nos reunimos 4 familias y hoy somos 48", ha señalado González. "Pedimos verdad, jusitica y reparación y un banco de ADN, además de reivindicar que nuestros familiares perdieron la vida injustamente", ha concluido.

Ceremonia de entrega de 17 cuerpos de represaliados.

Cada una de las 17 familias que hoy han asistido a por sus antepasados tienen una historia que contar, todas alrededor de una muerte injusta una vez terminó la guerra, ya que todos ellos fueron fusilados en junio de 1940 y venían de todas partes de la C. Valenciana e incluso del resto de España. De hecho, como representación institucional han asistido el alcalde Manises, Jesús Borrás, la alcaldesa de Benifaió, Marta Ortiz, el de Ontinyent, Jorge Rodríguez, el de Canet d'En Berenguer, Pere Joan Antoni Chordà, el de Vinalesa, Francesc Javier Puchol, y el de Burjassot, Rafa García, también diputado de Carreteras en la Diputación de València. Todos ellos acompañados por la consellera Rosa Pérez Garijo, el diputado de Memoria Histórica Ramiro Rivera y la diputada de Administración General Pilar Molina.

La nieta de Severino Miralles, Ana Miravalles, llegada de Alcoi y miembro de la asociación, ha sido la encargada de leer los nombres de las 130 personas fusiladas e identificadas que no han podido ser desenterradas y entregadas a sus familias, como Aurelio Tarín (39 años), Vicente Fargas (33 años), Juan Vilagrasa (26 años), Felipe Delgado, Blas Miñana o Vicente Sarrión.

A la ceremonia han asistido cerca de 200 personas, en un espacio al aire libre, pero que no ha evitado que la Policía Local de Paterna tuviera que intervenir para recordar que era necesaria la distancia de seguridad entre los asistentes y pedir que todos aquellos cuya presencia fuera prescindible, abandonaran el cementerio para cumplir con las medidas de la covid-19.

Allí se han quedado los familiares de Antonio Reche, José Perera, Ambrosio Vijuescas, Enrique Gimeno, Juan Bautista Balbestre, Francisco Torregrosa, José Benavides, Bernardino Molina, Isabelino Almerich, Gabriel López, Carlos Cataluña, Francisco Sáez, Ramón Villaescusa, Román Ibáñez, Eugenio Granero, Miguel Frasquet y Ruperto Solaz.