Cuando en marzo comenzó la desescalada se dijo de ella que era progresiva, prudente y sin marcha atrás. Hasta ayer. El «con toda claridad: la pandemia ha empeorado» con el que inició su discurso Ximo Puig fue el preludio de una serie de medidas que devuelven a la Comunitat Valenciana a un marco de restricciones similar al de mayo, aunque en dos aspectos, toque de queda y limitación de reuniones sociales, dependerá del aval del Tribunal Superior de Justicia (TSJ).

De momento, a partir de esta medianoche (la de entre el viernes y el sábado) y como mínimo hasta el 25 de julio, el ocio nocturno cesará su actividad y solo podrá ejercer como servicio de bar hasta las 00:30 horas, horario al que también estará restringida la actividad en toda la hostelería, media hora antes de lo establecido hasta ahora. La apertura de este sector con su actividad relativamente habitual (ahora solo podían abrir hasta las 2 de la madrugada, con mascarilla y sin pista de baile) ha durado menos de un mes.

Además de la reducción de horario de media hora, bares y restaurantes también se ven salpicados por las nuevas medidas aprobadas apenas una semana después de la última prórroga. En este sentido, las mesas en el exterior continuarán con un máximo de 10 personas mientras que en el interior este límite baja hasta los seis comensales. «El riesgo en interiores es hasta 20 veces mayor que en espacios exteriores», indicó Puig para justificar la medida al tiempo que insistió en mejorar la ventilación en estos espacios.

La tercera medida anunciada y que entrará ya en vigor para este fin de semana será el descenso de aforos en espectáculos masivos. Estos pasarán de las 3.000 personas como máximo que actualmente hay en espacios interiores divididas en diferentes sectores hasta las 2.000 (que también tendrán que estructurarse por sectores, aunque el detalle se conocerá hoy en el DOGV) y de las 4.000 a las 3.000 en eventos de exterior.

Estas tres nuevas medidas son las que entrarán ya en vigor a partir de las 12 de la noche de hoy y que suponen «detener de forma temporal la apertura progresiva», en palabras de Puig. «La situación nos obliga a tomar nuevas medidas, no vamos a mirar hacia el lado, sino de frente», expresó el jefe del Consell mientras desgranaba que la incidencia acumulada se ha multiplicado por seis en el último mes.

A las tres restricciones comentadas se añadirán, por una parte, nuevas medidas para controlar el botellón con mayores sanciones y vigilancia; y, por otra, otras que afectan a los derechos fundamentales y que están condicionadas al visto bueno del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana como son las referentes al toque de queda y el límite de reuniones sociales.

El área de València, afectada

Así, la Conselleria de Sanidad, presentará ante el Alto Tribunal una petición para, en un sentido, restringir los encuentros sociales, tanto en viviendas privadas como en espacios públicos, a 10 personas y en otro, limitar la movilidad entre la 1 y 6 de la madrugada en zonas consideradas de riesgo según incidencia acumulada y positividad. Esto podría afectar hasta a 40 municipios a partir de unos «criterios técnicos» que se elaboraban desde la tarde de ayer.

El área metropolitana de València es la zona que más contagios acumula y la mayoría de sus municipios están por encima del riesgo extremo (250 casos por 100.000 habitantes), que podría servir de umbral. La capital del Turia es, de hecho, una firme candidata a tener sobre sus calles este toque de queda si finalmente la Justicia levanta el pulgar a la solicitud sanitaria ya que, según los datos del martes por localidades, contaba con una incidencia de 511 casos por 100.000 habitantes, más del doble de la autonómica. Otras que podrían verse afectadas son Benicàssim, con 770 contagios por 100.000 habitantes; Alboraia (498), Godella (472), Burjassot (390) o Utiel (576), aunque influirán otros parámetros como la tasa de positivos respecto al total de pruebas realizadas.

«Consideramos que son medidas muy positivas para frenar la medida y así lo argumentaremos», explicó Puig. Estas entrarían en vigor una vez que la Sala del tribunal se reuniera, definiera su posición y desde la Generalitat se publicase la consiguiente orden en el Diari Oficial. Cabe recordar que el TSJ de la Comunitat Valenciana avaló el toque de queda y la limitación de reuniones una vez se terminó el estado de alarma un mes, aunque el Tribunal Supremo rechazó que se pudiera ampliar más sin estado de alarma a principios de junio, cuando finalmente decayó.

Con las restricciones anunciadas y las planteadas al Alto Tribunal se busca reducir los contactos sociales, que es donde se concentran la mayoría de los contagios. Según esbozó la consellera Ana Barceló, el 83 % de los brotes de covid se dan en reuniones familiares y de amigos, lo que se condiera de origen social, por el 10 % laboral. Asimismo, un 21 % de estos afecta a entre 10 y 40 casos y la mayoría, el 63 %, involucra a personas de entre 15 y 34 años.

De hecho, la juventud fue uno de los destinatarios del mensaje del president de la Generalitat quien aseguró que el objetivo actual era proteger a los menores de 40 años y a los que les pidió «cambiar el chip» y seguir «siendo un activo fundamental» en la lucha contra la pandemia de la covid.