Son las únicas vacaciones que tienen y las disfrutan al máximo.Los campamentos de verano de Save The Children ya han comenzado y cuentan con la participación de 500 niños y niñas en riesgo de pobreza y exclusión social. 

La infancia más empobrecida no tiene posibilidad de ocio. Por ello, desde la entidad reclaman al Gobierno, las comunidades autónomas, diputaciones, ayuntamientos y entidades sociales «que amplíen la oferta educativa durante el verano, que incorporen contenido competencial y que prioricen el acceso gratuito de familias con bajo nivel socioeconómico». Save the Children recuerda que la pobreza afecta «de manera negativa al bienestar y desarrollo de la infancia» y pone en entredicho el cumplimiento de derechos fundamentales.  

Los campamentos de la entidad son un éxito y un oasis de diversión para criaturas durante 21 días. Así, entre junio y agosto se desarrollarán durante una media de tres semanas, tanto en centros propios como en espacios de contrapartes. «Estos niños y niñas estarán en espacios seguros para la infancia en los que tanto el personal de la organización como los niños y las niñas dispondrán de los recursos sanitarios necesarios tales como mascarillas y geles desinfectantes», explican desde la entidad. 

Además, estos campamentos de verano también garantizan una alimentación saludable que no siempre es posible en sus hogares. «Gracias a nuestros programas de verano niños y niñas vulnerables de la Comunitat Valenciana cuentan con una alimentación adecuada durante más tiempo y pueden disfrutar de actividades al aire libre y recibir el apoyo educativo que necesitan de cara a la vuelta a las aulas en septiembre. Este apoyo extra es fundamental para muchas familias y ayudará a que los niños y las niñas de los hogares más vulnerables no se queden atrás», asegura Yolanda Carmona, coordinadora de proyectos de Acción Social en la Comunitat Valenciana. 

De esta manera, la organización continúa impulsando estas acciones estivales para proporcionar alimentación, refuerzo educativo y apoyo emocional a la infancia más vulnerable, así como para fomentar las actividades deportivas y los hábitos de vida saludables entre los niños y niñas tras un curso académico marcado por las restricciones en las aulas ocasionadas por la Covid-19.

Save the Children considera de especial importancia este tipo de intervención para evitar la desconexión del alumnado desfavorecido durante el verano y para garantizar que los menores con menos recursos tengan las mismas oportunidades. 

Una de cada tres crece pobre

En la C. Valenciana, antes de la pandemia más de 270.000 niños y niñas estaban en riesgo de pobreza o exclusión social, lo que suponía el 32,5% del total de menores que viven en la autonomía. La pobreza infantil afectaba a principio de 2020 a 2,3 millones de niños y niñas en España (el 27,4% del total). Según las estimaciones de la entidad, esta tasa ha podido subir hasta el 33,3% por la pandemia; lo que quiere decir que 1 de cada 3 niños y niñas crecerá en situación de pobreza.