Carlos Mazón no quiere que un hipotético adelanto electoral vuelva a pillar al PPCV con el pie cambiado. No hay tiempo que perder y, por eso, el partido que pilota desde hace un mes el alicantino se ha puesto a engrasar ya su maquinaria electoral, en pleno mes de agosto, con el curso político ya terminado y con un largo mes prácticamente inhábil de por medio. El primer paso ha sido la constitución de la nueva vicesecretaría de Acción Electoral, prevista en el organigrama salido del último cónclave regional. Al frente del área se sitúa la diputada nacional Macarena Montesinos, una persona de la máxima confianza de Mazón a la que se le ha encomendado la responsabilidad de poner la nave rumbo a los próximos comicios autonómicos, que previsiblemente se convocarán para 2023. Pero el adelanto que en 2019 anunció el president ha escarmentado a los populares, cuyos dirigentes especulan con otro posible avance. En la primera reunión de trabajo de la vicesecretaría de Acción Electoral, el PPCV trazó las principales líneas de trabajo en las que se centrarán sus esfuerzos durante los próximos meses.
A comienzos de semana, fue el renovado comité de dirección del PP provincial que preside Vicente Mompó el que dio por iniciado el proceso de preparación de las contiendas electorales, a falta de un año y ocho meses para la cita con las urnas en los ayuntamiento valencianos. Montesinos ocupa un acta en el Congreso por la provincia de Alicante y ha visto reforzada su posición en el partido con la llegada de Mazón, con quien comparte pasado zaplanista. Ayer , la diputadaesbozó los principales frentes a explotar en esta larga precampaña que comienza ya: el «caos» en la sanidad, la falta de financiación, la agricultura, el mimo a los sectores económicos y la lengua como caballo de batall, junto a la «libertad»de enseñanza.
Los populares sostienen que toda la estructura política y territorial de la nueva organización está en marcha y preparada para hacer posible el cambio político. Montesinos tacha al Consell de «gobierno de izquierda radical», asegura que el president «no defiende los intereses de esta Comunitat» y cree que los valencianos «están al límite».
