La mayoría de quienes han pasado la covid-19, independientemente de la gravedad, tienen anticuerpos protectores un año después de la infección, según muestra un estudio realizado por el IrsiCaixa en colaboración con el Centro de Investigación en Sanidad Animal (CReSA) y el Barcelona Supercomputing Center (BSC).

Los científicos han observado que, aunque en el caso de los pacientes hospitalizados la producción de anticuerpos es superior, su capacidad de bloquear nuevas variantes de la covid se ve más afectada en comparación a la de los pacientes asintomáticos o con síntomas leves, que generan menos anticuerpos, pero más protectores contra las nuevas variantes. La vacunación posterior ha implicado en todos los individuos del estudio un aumento en sus niveles de anticuerpos, llegando a cantidades similares entre todos ellos.

En el estudio participaron 332 personas que habían pasado la covid-19, tanto de manera asintomática y leve, alrededor de un 60 %, como grave, el restante 40%, y se les ha hecho un seguimiento de la respuesta inmunitaria neutralizante durante 15 meses. Así, los investigadores han confirmado que, en la mayoría de los casos, los niveles de anticuerpos se mantienen durante más de un año ofreciendo protección. «En los pacientes hospitalizados,los anticuerpos protectores alcanzan su nivel máximo pocos días después de presentar los primeros síntomas y, seguidamente, decaen de manera pronunciada, hasta que se estabilizan, manteniéndose elevados en el tiempo» explica Edwards Pradenas, uno de los autores del informe.