Las playas del Puig y la Pobla de Farnals han quedado cerradas al baño hoy tras detectar un probable vertido en el agua cuya procedencia aún se desconoce. A primera hora de la tarde aún ondeaba la bandera roja en las playas y no se sabía cuándo se podría retomar la entrada. Efectivos de la Policía Local del Puig sobrevolaban la zona con un dron para intentar averiguar de dónde salía la gran mancha negra que ha aparecido a unos metros de la orilla, al tiempo que avisaban a los bañistas para que saliesen del agua y no volviesen a entrar.

Han sido precisamente algunos bañistas quienes han advertido de lo que sucedía. Según testigos presenciales varios de ellos han salido del agua "rascándose, llenos de rojeces y con ronchas en la piel", por lo que inmediatamente han avisado a los socorristas. Estos han optado por izar la bandera roja y desalojar la playa.

"De repente han puesto la bandera roja y los socorristas han empezado a pasar por la arena y a decirle a la gente que saliese del agua", han relatado los testigos. Poco después ha llegado una patrulla de la Policía Local que, con la ayuda de un dron, ha advertido a todos los bañistas del peligro de introducirse en el mar.

Según los testigos, "parece que el vertido viene de la zona de Puçol y parece que incluso podría llegar a Port Saplaya" en caso de continuar extendiéndose.

El pasado viernes también se tuvo que cerrar al baño la playa del Faro de Cullera después de que se detectasen restos fecales en el agua. El sábado, la zona volvió a reabrirse tras comprobar que la incidencia se había solucionado.