El atropello que ha supuesto la pandemia en el día a día y los cambios que ha impuesto a la sociedad, han hecho poner la quinta marcha en cuestiones como la digitalización, que ya estaban sobre la mesa pero que no acababan de coger velocidad.
En las decimosegundas jornadas de Directoras y Directores de Secundaria —organizadas por la asociación Adies-PV y que finalizaron ayer en València—, el secretario autonómico de Educación, Miguel Soler, apuntó que la conselleria se plantea formar en competencias digitales a 60.000 docentes en los próximos dos años. En concreto, apuntó que esto estará en el contexto del Marco Europeo sobre Digitalización que, al igual que ha ocurrido con el aprendizaje de idiomas, certifica unos estándares y niveles de conocimiento comunes.
Así, Soler detalló que la idea es que el profesorado acredite como mínimo un dominio de competencias digitales de los niveles B1 y B2 —intermedio o avanzado—. Además, también habrá una revolución en las clases, que pasa por digitalizar más de 25.000 aulas, con pantallas táctiles y la compra masiva de ordenadores, tabletas.... El objetivo es, según detalló, acabar con la concepción de «aula de informática», pues todas estarán dotadas con tecnología móvil, que se podrá transportar por el centro.
Junto a esto, cada centro deberá contar con un plan de digitalización para lo que, según apuntó el secretario autonómico de Educación, un centenar de docentes visitarán los colegios e institutos para ayudar a su elaboración entre este curso y el próximo.
Dentro de este impulso en los conocimientos digitales, Soler también anunció a los asistentes que la conselleria trabaja en ofertar a los estudiantes de ESO nuevas asignaturas optativas, como la Robótica o la Inteligencia Artificial, que se sumarían a la ya existente Cultura Digital. En este sentido y respondiendo a preguntas que se le formularon, aseguró que para impartirlas se contará con el profesorado de Informática, entre otros especialistas. En los últimos cursos, muchos centros ya habían visto esta necesidad en la formación y han ido incluyendo estos conocimientos a través de proyectos de innovación.
«Hay que analizar qué falla»
Sobre otras cuestiones de actualidad, el secretario autonómico reconoció que hay que estudiar por qué la educación española lleva «20 años estancada». «Además de reducir las ratios, que es obvio, hacen falta más cosas y no es una cuestión exclusivamente económica», detalló, al recordar que la Comunitat Valenciana cuenta con 8.000 docentes más que en 2015, pero los resultados del alumnado no varían.
Por esto —y en relación a los cambios que traerá la Lomloe a partir de 2022-23— defendió que la estructura de los currículums actuales «es susceptible de analizarse» ya que «no está claro que todo lo que esté sea necesario», al tiempo que pedía una mayor coordinación del profesorado.
«España es de los países en los que menos trabajo en conjunto hace el profesorado», dijo. Asimismo, consideró que la codocencia —que haya dos docentes en la misma aula al mismo tiempo— «es una fórmula muy importante para avanzar».
En cuanto a la evaluación del alumnado, Educación prevé suprimir este curso las recuperaciones, en la ESO como publicó este periódico; y sobre el número de suspensos para promocionar de curso, Soler afirmó que «lo importante es conseguir que el alumnado cada año sepa más» .
«Es importante hacer una reflexión sobre la repetición, si es positivo quedarse un año más o pasar con refuerzos...», pregunto, si bien opinó que «para el que tenía dificultades no sirve estar haciendo lo mismo otro año».
Las jornadas de Adies-PV reunieron a unos 120 directores y directoras de institutos públicos en València y acogieron conferencias sobre Formación Profesional o el papel de los equipos directivos. Además, se realizó un homenaje a Vicent Baggetto, fundador de Adies-PV y vicepresidente del Consell Escolar de la Comunitat Valenciana, que falleció antes de la pandemia y de quien sus compañeros recordaron con cariño y admiración su particular personalidad y su entrega a la educación pública.
