Una inyección de 2,4 millones de euros, en su mayoría procedente de la Unión Europea, permitirá un ambicioso plan de conservación del tejo en medio centenar de puntos del territorio valenciano. El proyecto LIFE Teixeres tiene como objetivo mejorar la capacidad de resiliencia de este tipo de bosques ante los efectos del cambio climático. El Taxus baccata es un árbol de enorme longevidad, muy abundante en la era de los dinosaurios, y está catalogado como especie «vigilada» por la normativa autonómica.
«Esto es el reconocimiento a veinte años de trabajo», señalaba ayer Antoni Marzo, director técnico del Centro de Investigación y Experimentación Forestal . «Cuando se creó el Banco de Semillas Forestales de la Generalitat ya empezamos con actividades para su conservación y era un objetivo prioritario del CIEF», insistía Marzo. Las actuaciones se desarrollarán junto con Vaersa. El hábitat del tejo en el ámbito mediterráneo se considera prioritario por la Unión Europea, aunque se encuentra muy amenazado por la fragmentación y dispersión, los herbívoros domésticos, los incendios o los fenómenos meteorológicos extremos.
El trabajo que llevarán a cabo los técnicos sobre el terreno se extenderá a 55 lugares de diez espacios de la Red Natura 2000, en unas 230 hectáreas de superficie. Además, se crearán doce huertos clonales para asegurar la producción de semillas certificadas para futuras intervenciones. De las 30.000 plantas que se producirán en el CIEF, 23.000 se destinarán al medio natural como es el Parc Natural del Penyagolosa, la Serra d’Espadà o la Puebla de San Miguel. Acción que se replicará también en los enclaves de Chera-Sot de Chera, la Serra Mariola o el Carrascal de la Font Roja.
Un espaldarazo europeo
Marzo destaca la importancia que supone el espaldarazo de la Comisión Europea dentro de la asamblea de la red de centros mediterráneos de conservación de flora (Genmeda) que tuvo lugar en Creta. Fue en el marco de la 3ª Mediterranean Plant Conservation Week, donde se presentó. En total se financiarán 132 nuevos proyectos climáticos y medioambientales con 290 millones de euros, de los que 60 irán a parar a 37 iniciativas españolas, entre ellas la de la Generalitat.
«Las crisis climáticas y de biodiversidad son verdaderamente existenciales y no hay tiempo que perder, en ese sentido la Unión Europea está trabajando para reducir las emisiones y restaurar la naturaleza», incidía la semana pasada Frans Timmermans, vicepresidente de la CE para el Pacto Verde.
