Investigadores de la Universitat Jaume I de Castelló (UJI) han realizado un estudio entre personal de centros sanitarios españoles que demuestra que la inteligencia emocional tiene un efecto directo «significativo» en el desarrollo laboral individual y que el compromiso profesional interviene como mediador entre la inteligencia emocional y el desempeño laboral. En las conclusiones, el equipo investigador aboga por «políticas de autoprotección y de fomento de la protección de la salud entre el personal sanitario».

De acuerdo con los resultados de las más de mil quinientas encuestas recogidas, los profesionales de la sanidad que exhiben niveles elevados de inteligencia emocional disponen de herramientas más ingeniosas a la hora de afrontar temas complejos o exigentes en el trabajo y, a la vez, maximizan su compromiso laboral, lo que promueve una percepción sostenida en el tiempo de eficacia y mejora el indicador del rendimiento laboral.

Por eso, los investigadores consideran necesario el desarrollo proactivo de las competencias emocionales del personal de salud, especialmente en contextos de alta demanda emocional.

El estudio realizado por los investigadores de la universidad valenciana ha sido publicado en el Journal of Clinical Medicine por los investigadores Martín Sánchez-Gómez, Max Sadovyy y Edgar Bresó del Departamento de Psicología Evolutiva, Educativa, Social y Metodología de la UJI.