Hace unos días encontré esta página web mkweather, con el link https://mkweather.com, donde podéis conocer los extremos meteorológicos de los últimos días de la Tierra. En este texto haré una lista de los extremos meteorológicos de este inicio de 2022, que no han sido pocos.

En el estado de Florida se ha llegado a -6ºC, lo que ha provocado la caída de iguanas de los árboles, ya que este reptil de sangre fría se adapta a las bajas temperaturas bajando el metabolismo y por ello ha quedado como congelado, pero seguía vivo. Bainoa es un pueblo cercano a la ciudad de La Habana, donde se ha alcanzado una temperatura mínima de 3ºC, inferior a la temperatura mínima absoluta de La Habana de 6,0ºC, con datos desde 1859 según Wikipedia. En Montreal, en Canadá, se han alcanzado los -32ºC gracias a esta ola de frío que ha afectado a Canadá, Estados Unidos y ha llegado hasta Cuba. Ha habido importantes nevadas en Oriente Próximo y Grecia gracias a la ola de frío que ha afectado a los Balcanes. En Irak se han alcanzado temperaturas de hasta -30ºC, debemos remarcar que estas temperaturas están en el norte del país, en el sur y en el centro en verano a menudo se superan los 50ºC, incluso alguna vez se ha alcanzado 54ºC. Mientras en gran parte de Europa Occidental, con el anticiclón, las temperaturas fueron elevadas, incluso con récords de calor en Islandia, con máximas de 17,6ºC. En el este del anticiclón ha habido olas de frío que han afectado a países tan lejanos como Serbia con mínimas de hasta -32ºC, hasta Egipto, donde en un oasis ha helado por primera vez desde que hay datos meteorológicos. Ha habido nevadas récord en Grecia, por ejemplo de 164 cm, lo que ha impedido que la vida fuera normal en ese lugar.

Este inicio de febrero ha habido récords de calor en España con máximas de 24ºC en Castilla y las máximas no han sido récords pero sí muy altas en el Mediterráneo hasta 28ºC en Ontinyent, 25ºC en Roquetes. En Cataluña debemos destacar de estos primeros días de febrero los 24ºC de Bagà, la Seu d'Urgell, 22,2ºC en Sant Pau de Segúries, las máximas tan altas de estas localidades del Pirineo y Prepirineo han sido producidas por el viento del norte, el favonio, que ha llegado muy seco y recalentado al fondo de los valles.