La agresión homófoba que sufrió hace dos semanas Miquel Álvarez, docente en un instituto de Bétera, por parte de un grupo de estudiantes que sacaron banderas de España como respuesta a dos alumnas que habían mostrado el día anterior las banderas LGTBI y trans, ha hecho saltar todas las alarmas sobre este tipo de incidentes a los que se puede enfrentar el profesorado en los centros educativos.
«Vemos que cada vez tenemos menos autoridad y faltas de respeto constantes en las aulas que, por desgracia, se han normalizado», denunciaba Álvarez en una entrevista a Levante-EMV.
Según los últimos datos disponibles facilitados por la Conselleria de Educación, en el curso 2020-2021, el segundo afectado por la pandemia, se registraron 437 agresiones físicas al profesorado en el Plan de prevención de la violencia y promoción de la convivencia de la Comunitat Valenciana (Previ). Estos ataques representaron un 11 % respecto al total de las incidencias.
Descienden las cifras
Detrás de cada cifra siempre hay una persona. En este caso, docentes que han sido atacados en el ejercicio de su profesión. En los últimos siete cursos, sin contar el actual, las agresiones físicas al profesorado y al Personal Administrativo y de Servicios (PAS) de los centros educativos sostenidos con fondos públicos han supuesto de media el 13 % de las incidencias del Previ.
Aunque no deja de ser preocupante, el número ha caído considerablemente desde el curso 2017-2018, cuando se anotó la cifra más alta en siete años, con 701 agresiones físicas, que suponían el 16 % del total.
En este sentido, es importante señalar que en 2020, con el confinamiento, la presencialidad de las clases en los centros educativos se vio suspendida. Una circunstancia que explica la reducción de este tipo de incidentes.
La cifra más alta en siete años se anotó en el curso 2017-2018, con 701 agresiones físicas, que suponían el 16 % del total
No obstante, la tendencia a la baja ya se empezó a observar antes de que irrumpiera la pandemia. Por años lectivos, desde el pico de 2017, se registraron 551 agresiones físicas en el periodo 2018-2019; 468, en 2019-2020; y 437, en 2020-2021. El descenso es de un 37,7 %.
Cabe destacar que no se ha vuelto a anotar el número de ataques de 2014-2015 que, con un total de 418 agresiones, es la cifra más baja en los últimos siete cursos. En el periodo 2015-2016 se produjeron 478; y en el 2016-2017, 452.
Docentes afectados
Respecto al volumen del profesorado, la media del impacto de las agresiones físicas desde 2014 hasta 2021 se ha mantenido en torno al 0,7 %. En concreto, las 437 agresiones del curso 2020-2021 afectaron a un 0,6 % de los 76.063 docentes en total; las 468 de 2019-2020, al 0,7 % de 71.689 profesores; y las 551 de 2018-2019, al 0,8 % de 69.871 profesionales.
La media del impacto de las agresiones físicas desde 2014 se mantiene en el 0,7 % respecto al total del profesorado
El porcentaje más alto, de nuevo, se registró en el curso 2017-2018, cuando las 701 incidencias afectaron a un 1 % del profesorado, 68.327 personas.
Para intervenir ante estos casos graves, informa la conselleria, el plan de prevención cuenta también con las Unidades Específicas de Orientación Educativa (UEO), grupos especializados de atención e intervención en los centros educativos, que trabajan junto a la Inspección educativa.
Asimismo, el Previ incluye un protocolo de asistencia jurídica gratuita, que presta la Abogacía de la Generalitat y que se activa automáticamente en caso de que el docente presente una denuncia y solicite el servicio.
