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Veintidós municipios concentran más de la mitad de los gases contaminantes

La Comunitat Valenciana emitió 23,3 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera y capturó seis gracias a 175 localidades con superficie forestal

Mireia Mollà, ayer, en la presentación del Inventario de Emisiones. | LEVANTE-EMV

Veintidós localidades, el 11,9 % del territorio, son responsables de más del 50 % de las emisiones de gases de efecto invernadero en la Comunitat Valenciana. El grueso, diez, son de Valencia mientras que Alicante y Castelló tienen nueve y tres respectivamente. Entre las más contaminantes figuran las tres capitales de provincia pero también Paterna, Elx, Sagunt, Gandia, Aldaia, Torrevieja, Benidorm, Torrent o Sant Vicent del Raspeig. En contraposición, otras 175 actúan como auténticos sumideros de carbono. Consideradas como grandes pulmones verdes son Morella, Requena, Venta del Moro, Chelva, Andilla, Jalance, Ayora, Tuéjar, Engera o Bicorp.

Estas son algunas de las principales conclusiones del Inventario de GEI de los municipios valencianos presentado ayer por la consellera Mireia Mollà. El trabajo apunta a que las emisiones netas ascienden a 23,3 millones de toneladas de dióxido de carbono, mientras que el secuestro se cuantifica en 6 millones de toneladas. Energía y transporte son los responsables de una mayor contaminación, seguidos en menor medida por procesos industriales, agricultura y ganadería.

Definir objetivos

Según Mollà se trata de uno de los instrumentos con que se dota la nueva Ley Valenciana de Cambio Climático y Transición Ecológica para definir objetivos concretos y coordinar una estrategia centrada en aquellos sectores que generan un mayor impacto.

«Sobre todo el tema del transporte y energético van a ser nuestros campos de batalla para poder hacer una labor eficiente de adaptación y mitigación», señalaba Mollà, acompañada en el acto por Celsa Monrós, directora general de Cambio Climático.

El inventario ha sido desarrollado por la Universitat Politècnica de València y la empresa Gemini Tools, que ha diseñado una metodología eficiente para obtener una potente herramienta de decisión. Está basada en la cuantificación estandarizada, la identificación de oportunidades y el seguimiento de indicadores para reforzar o reorientar las medidas aplicadas. Edgar Lorenzo, técnico superior del Instituto Universitario de Tecnologías de Información y Comunicaciones, destacaba que el modelo, alineado con los indicadores del IPCC, hace una «primera foto» de lo que envían a la atmósfera los núcleos urbanos.

Parte colectiva e individual

«La Comunitat Valenciana es la primera que cuenta con un inventario de emisiones de alta resolución y de magnitud municipal», subrayaba el investigador. Se estudian 163 indicadores en 542 consistorios, con el fin de señalar los «focos de emisión de actuación prioritaria para obtener una reducción significativa».

La consellera Mollà aseguraba que este mapa permitirá conocer qué sectores productivos «deben concentrar el esfuerzo para hacer una transición ecológica eficiente, sin olvidar la parte individual y colectiva social, como el transporte privado».

Tanto Monrós como Mollà ponían el acento en el último informe del IPCC y en el carácter «vulnerable» del territorio mediterráneo, así como en el articulado de la norma autonómica que emplaza a elaborar planes de lucha frente a la emergencia climática.

La titular de Transición Ecológica, en su intervención, enfatizaba que estos indicadores «se presentan en la lógica de la Ley de Cambio Climático y Transición que crea las figuras impositivas de política fiscal verde y un fondo finalista para políticas ambientales, donde nuestro objetivo es que sirva para pagos por servicios ambientales». El denominado céntimo forestal es uno de los ejemplos.

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