El Plan de Prevención de Incendios para la Calderona prevé limitar el acceso de vehículos motorizados a algunas pistas forestales. Las restricciones en los usos recreativos contemplan hasta nueve cierres de caminos con barreras. La medida busca restringir el paso a las áreas más sensibles, en concreto a zonas del monte público Portacoeli y al ámbito de especial protección del parque natural. El proyecto cuenta con el consenso de los consistorios de Serra, Olocau y Gàtova y la dirección del parque natural.
La medida está previsto que se lleve a cabo mediante la instalación de cadenas por cierre, cuya llave estará disponible para los propietarios, los servicios de vigilancia y detección, así como los agentes medioambientales. Eso sí dispondrían de un paso lateral con el objetivo de que puedan circular personas y no motorizados. Además, se instalarían señales de avisos para caminos cortados, tal como recoge el documento.
El Portitxol es uno de los puntos que se blindaría según la última planificación así como la Cova del Judío o el Coll del Llentiscle. También la Font del Marge y el cruce entre el Pla de Lluc y la Torre de Portacoeli. Tampoco se podrá transitar con turismos, quads o motos desde Pedralbilla a la Font de l’Abella, Font del Berro y hasta Tristan, así como desde este último punto hasta Gàtova.
Enorme presión
La limitación, que ya se aplica en otros parques naturales como el de la Serra d’Irta,la Font Roja o el Penyal d’Ifac, persigue la preservación de enclaves con una enorme presión humana. Desde Medio Natural se remarca que la actuación está en fase de estudio aún. «La Calderona asume la importante demanda recreativa que genera su ubicación en la zona con mayor población de la Comunitat Valenciana», señala el documento.
El espacio protegido comprende una superficie de 18.905 hectáreas, de las que un 37 % se corresponden con terrenos gestionados directamente por la Generalitat Valenciana. Incluye sectores en los términos municipales de Albalat dels Tarongers, Algimia d’Alfara, Altura, Estivella, Gàtova, Marines, Nàquera, Olocau, Sagunt, Segart, Segorbe, Serra y Torres Torres.
En la pandemia
La necesidad de regular los accesos a espacios como la Calderona surgió durante la fase de la pandemia, donde estaba restringida la movilidad fuera de los límites autonómicos. La Calderona se convirtió en uno de los parajes más visitados, con las carreteras circundantes tomadas por los coches. Fue entonces cuando los responsables de la Conselleria de Agricultura y Transición Ecológica, así como los consistorios de la zona, se plantearon la necesidad de activar medidas de preservación.
En cualquier caso, desde el departamento de Mireia Mollà se insiste en que el plan de prevención de incendios aprobado en marzo tiene una vigencia de diez años, por lo que hay un amplio margen de tiempo para ponerlo en marcha. Otra de las propuestas recoge la necesidad actualizar el inventario de todas las infraestructuras recreativas en el ámbito del parque natural. Desde paelleros, chimeneas, edificaciones, estado de la masa vegetal, vías de acceso, delimitación de la instalación, y estado de las papeleras, contenedores y cartelería.
El estudio también permite observar que el período de ocurrencia de los incendios es cada vez más amplio a lo largo de todo el año, no solo en los meses centrales del verano. La negligencia, como las quemas agrícolas, es la causa mayor en el ámbito del parque natural, pero disminuye el porcentaje de los fuegos intencionados. Tendencia que se podría explicar por los mecanismos de vigilancia activa existentes. Sí se confirma un aumento de los desastres originados por rayos, localizados en el período 2004-2016 entres Serra y Náquera, en los alrededores del Puntal del Reixó.
Como medida antiincendios, se busca potenciar el uso del ganado como medio de control de la vegetación en áreas de cortafuego. El plan desgrana unas inversiones en actuaciones para la prevención de causas de más de cinco millones y otros quince para infraestructuras.
