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Educación impulsa el papel del alumno como mediador de conflictos en las aulas

La conselleria ultima un nuevo decreto de convivencia escolar en el que da especial importancia al diálogo para atajar problemas en las clases

Encuentro de alumnado mediador organizado en València el pasado diciembre. GERMAN CABALLERO

Hay cuatro maneras de resolver y sobre todo prevenir conflictos en las aulas, más allá de castigos o sanciones, y estas también se incluirán en la nueva normativa que la Conselleria de Educación prepara sobre convivencia escolar, a través de un nuevo decreto que ultima y que estará en funcionamiento el próximo curso.

El borrador define y concreta los problemas de convivencia que pueden darse en las aulas —como daño en las instalaciones, actos de desconsideración— y cuál es el papel y cómo deben actuar el alumnado, profesorado, y las familias ante ellos. También se incluyen los derechos y deberes de estos colectivos. No obstante, como novedad, el decreto incluye «estrategias orientadas a la promoción de la igualdad y convivencia en las aulas». En este artículo, la conselleria incluye el modelo dialógico de prevención y resolución de conflictos; el aprendizaje servicio; tutorías entre iguales; la mediación; y las prácticas restaurativas.

Se trata de recursos, propuestas y actuaciones educativas que ya han implantado numerosos centros de la Comunitat Valenciana, —sobre todo de Secundaria, en algunos casos como planes pilotos, a través de Erasmus+ o como proyectos de innovación—, que ahora la conselleria ‘oficializa’ e impulsa al incluirlos en un artículo específico del nuevo decreto, inexistente en la normativa actual, que data de 2008.

En el primer caso, el modelo dialógico consiste en recabar la opinión de todos los integrantes de la comunidad educativa de un centro para «consensuar las normas que aseguran unas relaciones libres de violencia desde las primeras edades», llevando a cabo un «diálogo igualitario» que enriquezca a todos los miembros. Así, este proceso se basa en la ética procedimental y la democracia deliberativa, apunta el borrador, además de en el intercambio de posturas.

Por otro lado, el aprendizaje servicio es desarrollado ya por muchos centros, combinando la adquisición de conocimientos del alumnado con algún acto realizado para la comunidad —en relación al medio ambiente, la salud, las personas mayores...—, conociendo las «necesidades reales del entorno con el objetivo de mejorarlo».

Tutorías entre iguales

Otra de las propuestas que se incluirán en el decreto son las tutorías entre iguales, donde el protagonismo corresponde al alumnado ya que un estudiante mayor ofrece ayuda y acompañamiento a otro menor, tanto para resolver conflictos como en otras situaciones como, por ejemplo, la llegada al instituto en el paso de Primaria a Secundaria. En este caso, se ponen en práctica «la escucha activa, la inteligencia emocional, y las redes de afecto y apoyo entre el alumnado», destaca la conselleria.

Asimismo, también insta a que el alumnado realice la mediación, a través de una serie de habilidades que les permiten resolver problemas a través del diálogo, en una «negociación estructurada y guiada por una tercera persona, que ayuda en el proceso de identificar y resolver lo sucedido».

Por último, las prácticas restaurativas sirven para reparar un daño causado a víctimas de un abuso, tanto emocional como moral, así como conflictos o agresiones. Se trata de abordar los conflictos de forma comunicativa, con la participación de personas que se han visto afectadas (como pueden ser las amistades), además de las implicadas directamente.

Según el borrador del Consell, esto es aplicable a «cualquier grupo en el que se quieran mejorar las relaciones interpersonales, gestionar los conflictos de forma dialogada y participativa y crear un clima favorable». Así, con las prácticas restaurativas, el alumnado puede aprender a compartir sus sentimientos, «transformando las situaciones conflictivas en oportunidades de aprendizaje».

Autoridad del profesorado

Por otro lado, el decreto también detalla que en caso de faltas graves, se mantienen las expulsiones de hasta 15 días del centro educativo, además de otros medidas ya vigentes en la actualidad, como dejar al alumnado sancionado sin un mes de extraescolares u otras actividades. Otras medidas son la realización de trabajos específicos fuera del horario escolar, además de las amonestaciones.

Tras la presentación del borrador en la Mesa Sectorial de Educación, ayer, el sindicato ANPE lamenta que el borrador no incluya específicamente la autoridad del profesorado —reconocida en una ley de 2010—, y no se detalle un protocolos de actuación específico ante agresiones al personal docente.

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