Rebeca Torró. La nueva responsable de Movilidad (Ontinyent, 1981) estudió Derecho antes de convertirse en concejala en Ontinyent donde llegó a ser teniente de alcalde en 2016. De ahí pasó a ser directora general de Vivienda, responsable de Hacienda de la Diputación de València y en 2019 secretaria autonómica de Economía. 

El cese de Rebeca Torró el viernes como secretaria autonómica de Economía Sostenible pilló a todo el mundo por sorpresa y levantó la liebre de su futuro nombramiento como consellera. Sin embargo, pudo no haber sido así. La destitución, por más que inesperada, pudo no haber tenido como destino ponerse al frente de una conselleria, la de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad que hasta ahora llevaba Arcadi España, sino Madrid, y más en concreto, el Ministerio de Transportes.

Rebeca Torró es hoy consellera de Ximo Puig, pero ha estado a punto de formar parte del Gobierno de Pedro Sánchez. No como ministra, pero sí en un cargo intermedio. A la de Ontinyent le llegó la posibilidad hace unas semanas de ser parte del ejecutivo nacional; una incorporación que frenó Puig para darle la cartera Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad. 

El interés por su ‘fichaje’ viene del papel de Torró en las negociaciones para la instalación de la gigafactoría de Volkswagen en Parc Sagunt. Como secretaria autonómica de Economía Sostenible ha sido una de las responsables del equipo que ha logrado atraer la multimillonaria inversión, un éxito que ha brillado en la lista de méritos. 

Rebeca Torró no es nueva en el Consell aunque sí lo es encabezando una conselleria. La nueva responsable de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad se ha bregado en el ejecutivo autonómico desde su cocción en 2015 cuando PSPV, Compromís y Podem alumbraron el primer Pacto del Botànic. Conoce la estructura y ha sido esta labor en la trinchera administrativa la que le ha traído el salto a la primerísima línea.

No han sido pocos los frentes que ha tenido Torró en las diferentes tareas que ha ocupado en el tercer y segundo escalón del gobierno valenciano y en los que ha logrado varios éxitos de relumbrón. Entre ellos, además de su papel sobre la gigafactoría, fue una de las responsables de la compra de material sanitario a China durante los peores momentos de la pandemia.

Ha sido una apagafuegos habitual, tanto del Consell como del PSPV de la que es secretaria de Transición Ecológica Justa, algo que demostró la confianza de Puig en ella. Esta labor de bombera es la que le ha llevado ahora a situarse al frente del departamento encargado de infraestructuras, transportes y territorio y con peso en la instalación de las placas fotovoltaicas. 

Uno de los grandes fuegos se le presentó en 2018 cuando el caso Alquería se llevó por delante al presidente de la Diputación de Valencia, Jorge Rodríguez. Torró, natural de Ontinyent donde Rodríguez era (y es) alcalde, era su mano derecha y se situó en el lado de Puig y el PSPV. En ese momento era directora general de Vivienda, puesto que dejó para tomar el puesto de diputada provincial en la corporación y ser la referencia del partido en la comarca donde Rodríguez fundó su propia marca. 

Paradojas y vías entrecruzadas de la política, cuando Torró fue directora general de Vivienda este apartado formaba parte de la Conselleria de Infraestructuras, entonces dirigida por María José Salvador, y de la que ahora será consellera, aunque renombrada. No obstante, no estará el área de Vivienda que tras la negociación del Botànic II ha pasado a formar parte de la Vicepresidencia Segunda que dirige Podemos, en manos de Héctor Illueca.

Tras la negociación del segundo Botànic, Torró fue nombrada secretaria autonómica de Economía Sostenible en un departamento dirigido por Compromís. Es en este papel en el que formó parte de las negociaciones con la multinacional automovilística alemana para que instalara la fábrica de baterías en Parc Sagunt. Uno de esos éxitos que catapultan carreras. A ella le ha llevado a ser consellera aunque entre medias tuviera tentaciones de Madrid.