"Solicitud de asilo primera cita. Tiene un coste de 60 euros e incluye solicitud, cita correspondiente, entrevista... Proceso completo. Tardamos de 2 a 5 días como máximo. Se paga el 50 % para que nuestra abogada comience su proceso. Cuenta con garantía y boleta electrónica".

Es un mensaje privado de Telegram de una gestoría para una solicitante de asilo en València. Uno de las decenas a los que ha tenido acceso este periódico. El colapso en la única comisaría habilitada por Extranjería para gestionar el asilo ha provocado que vuelva a surgir un mercado negro de citas en el que se vende y también se estafa a los solicitantes de asilo, pidiéndoles hasta 200 euros por un trámite que es gratuito.

Las citas salen cada viernes a las 09:30 a través de la aplicación del ministerio, tal como informó la policía. "A las 09:29 agarramos cuatro computadoras y teléfonos. Uno yo, otro mi marido, y dos mis hijos. Y cuando son y 30 nos ponemos como locos a pinchar a ver si sale cita. Pero nunca sale. Nunca", explica una solicitante de asilo.

"A algunas personas les consiguen cita y cuando van a comisaría resulta ser falsa", dice una migrante

El colapso es tal que cientos de venezolanos y colombianos, hartos de no ver solución, han convocado una concentración este jueves frente a la Delegación del Gobierno de València para hacerles llegar un documento en el que reclaman que se habiliten más comisarías y más citas para compensar el atasco en la Administración.

Durante años el sistema se ha ido taponando, y ya era común tardar unos 6 meses en realizar el proceso completo del asilo, más otros 6 en recibir el permiso de trabajo. "Ya nos gustaría tener ahorrado tanto como para aguantar un año en España sin poder trabajar ni ganarnos la vida", lamentan los solicitantes.

Pero el atasco se incrementó cuando el 28 de marzo se conoció que un error informático había hecho desaparecer todas las solicitudes de asilo (4.000 correos electrónicos) desde el día 28 de enero. Miles de personas fueron afectadas. La Policía dio por perdidas las solicitudes y decidió crear un nuevo sistema a través de la cita previa por la aplicación del ministerio. A los afectados no les dio otra solución que comenzar su proceso de cero. "Cuando fuimos allí a quejarnos en el mes de abril nos dijeron que lo sentían mucho pero que 'ahora la prioridad son los ucranianos'", denuncian.

Varias personas intentan conseguir una cita de asilo en su móvil en la ciudad de València. Francisco Calabuig

Con este colapso sin precedentes el asilo se desbordó rápido y la venta de citas empezó a florecer. María (nombre ficticio) es una de las venezolanas que reconoce que pagó por una "porque no tenía alternativa". Una persona contactó con ella a través de un grupo de Facebook de venezolanos para ofrecerle sus servicios. Eran 30 euros por cita, a pagar una vez las consiguiera. Le dio sus datos personales y aceptó. Al cabo de dos semanas y sin que ella fuera capaz ni de meter los datos en la web porque las citas se acababan al minuto le llegó otro mensaje. Su marido y ella tenían cita. A la mañana siguiente ingresó el dinero en la cuenta.

Dice que no se siente orgullosa, pero que le angustiaba mucho su situación de limbo legal. De cualquier manera, sus hijas no tienen cita y siguen intentando conseguirla por su cuenta porque se negaba a pagar dos más. Dice que otras personas están cobrando 40 y 50 euros. En un par de semanas le escribieron cinco personas distintas ofreciéndoles comprar una cita.

Y aún así María tuvo 'suerte', ya que otros extranjeros son estafados por estas personas. "Conozco casos de una persona que dio los datos para la cita. Una vez la tuvo la abogada, y como saben que las necesitan, las extorsionó pidiendo 200 euros para que se las enviara. Y aceptaron", denuncia otra solicitante de asilo. "A otras personas directamente les mandan la cita y cuando van a comisaría no consta porque resulta que era falsa, que estaba editada".

"Vivimos de los ahorros que nos trajimos de nuestros países. Ya casi están muertos y queremos trabajar, pero no nos dejan", lamentan varios migrantes. La situación se alarga durante meses para muchas personas -algunas han esperado más de ocho-. "Cuando vendimos todo para venir pensamos, con esto me dará para tres o cuatro meses mientras arreglo los papeles y consigo trabajo, pero estamos en un limbo en el que no podemos hacer nada", lamentan. Muchas personas explican que han recibido varias ofertas de empleo y que si no fuera por el colapso que les impide sacar cita, ya estarían trabajando.

Los solicitantes reivindican "que se abran más citas y más comisarías para dar atención a la gente. En Madrid hay 13 comisarías que abren a la vez, y antes o después acabas consiguiendo hora. No puede ser que en València haya solo una", lamentan. De hecho, en algunos casos han preferido viajar a lugares como Pozuelo de Alarcón o Málaga, donde se consigue atención antes que en la ciudad de València.

"¿Por qué a los ucranianos se les resuelve el asilo en tres días pero nosotros tenemos que esperar 6 meses? Se supone que es la misma ley, pero en la práctica no es igual para todos", denuncian.