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"Los músicos somos los primeros en querer la regularización fiscal"

El asesor jurídico de la federación de bandas, Ximo Soler, asegura que la Ley del Voluntariado "no es la única fórmula" para normalizar el colectivo, aunque es la más recomendada

Miembros de una banda de música tocan en la grada de Mestalla. | J.M. LÓPEZ

La Federación de Sociedades Musicales de la Comunitat Valenciana (FSMCV) «va por el camino de conseguir la legalización plena» de sus asociados. Lo dice Ximo Soler, asesor jurídico de la entidad, después de la petición de la Unió Musical l’Aranya de Albaida y de la Sociedad Artístico Musical La Vall de Càrcer de acelerar la regulación de aquellas bandas musicales que siguen en el limbo de la legalidad, tal como informó Levante-EMV. O, lo que es lo mismo, pagando en dinero negro a sus músicos. Según el abogado de la FSMCV, el número de sociedades que se han legalizado en la Comunitat se ha multiplicado en los últimos años «y estamos cada más cerca del cien por cien».

Seis años después de que la federación impulsase la legalidad a través de la Ley Valenciana del Voluntariado, la fórmula que permite percibir una compensación legal a este tipo de sociedades sin alcanzar la categoría de una retribución laboral, al menos un 11 % de las bandas -60 de las 555 bandas existentes- se han adherido a este modelo.

«Eso no significa que el otro 89 % esté fuera de la legalidad, aunque esa cifra es menor, porque hay más sociedades que se han adherido en los últimos meses al voluntariado», aclara Ximo Soler. «El voluntariado es un marco normativo que puede ayudar a muchas sociedades musicales a adaptarse a la legalidad, pero otras muchas no la necesitan, pues ya tienen sus impuestos de sociedades y lo hacen ‘todo bien’. Al contrario, la gran mayoría de nuestros asociados optan ya por la vía de la legalidad. Vamos por el camino correcto», asegura el asesor jurídico.

La impunidad de la que gozaban ciertos sectores culturales como el las sociedades musicales es cosa del pasado, según la FSMCV.

«Llevamos muchos años asesorando a las sociedades en el sentido de que se vaya actuando dentro de la legalidad. Esa impunidad de la que se gozaba en los 50 años anteriores dejó de existir. Estamos en el siglo XXI y sabemos que la ley está para cumplirla. Los músicos somos los primeros interesados. La Ley de Asociaciones de 2002 marca un punto de inflexión, porque los directivos de las sociedades pasan a ser responsables de cualquier tipo de negligencia. Encima que están por amor al arte, no se van a jugar el tipo», explica el asesor jurídico.

Voluntario musical

¿Por qué la Ley del Voluntariado es la fórmula recomendada para las sociedades musicales? «El músico tiene una ligazón con su banda que va más allá de la de ser socio; sin él, la sociedad musical no existiría. No son entidades con ánimo de lucro, pero sí pueden realizar una actividad económica. En este caso, los beneficios se deben revertir al cumplimiento de los fines. Y como el músico es necesario para el cumplimiento de los fines, se compensa su dedicación como voluntario, igual que uno de la Cruz Roja, de protección civil o un forestal. El músico es, en este caso, un voluntario musical».

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