"Sin papeles no hay orgullo". Ese es el lema de la manifestación convocada este martes por el Orgull Crític, con motivo del día del Orgullo LGTBI+. La marcha ha partido del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Zapadores y ha puesto el foco en la "doble opresión" que sufren las personas migrantes y del colectivo.

Allí, en el CIE de Zapadores, fue internado un ciudadano argelino "con una delicada situación física y psicológica" y "signos evidentes de haber sufrido tortura" como grandes cicatrices en la espalda, según informes periciales de varias entidades. Su abogada denunció que llegó a sufrir un ataque de ansiedad en el recinto, y que manifestaba haber sido perseguido por su orientación sexual. Solicitó protección internacional dos veces, y dos veces se la denegaron.

Es una muestra de lo que denuncian este martes. Salomé Carvajal, miembro del Instituto Universitario de Estudios de la Mujer de la Universitat de València y experta en migrantes latinoamericanas, denuncia que "no nos podemos disolver en el Orgullo porque no somos solo lesbianas, gays y trans. Nuestra reivindicación no se basa solo en nuestro género, también, y sobre todo, en el antirracismo", explica. Porque, como remarca "el racismo es una discriminación que nos atraviesa y gobierna nuestra vida. Es una reivindicación en carne propia".

Silvana Cabrera, miembro de Resistencia Migrante Disidente, aclara que el lema es literal para ellas. "Si hay personas sin posibilidad de acceder a sanidad, a educación, o a trabajos dignos en los que cotizar porque no tienen la documentación en regla no hay orgullo posible", reivindica. Como añade Carvajal "primero es necesario dotar a las personas de derechos y que puedan estar en situación regular, porque sin papeles directamente no se nos considera personas", remarca.

Uno de los focos de la manifestación está puesto en la Iniciativa Legislativa Popular "RegularizaciónYA". Se trata de una campaña del movimiento antirracista de toda España para recoger 500.000 firmas que posibiliten que el Congreso debata una "regularización sin condiciones" de todos los extranjeros que están en situación irregular en el país tal como hicieron países como Portugal o Italia durante la época más dura de la pandemia para poder brindarles acceso a ayudas sociales. Se estima que hay medio millón de personas sin papeles en toda España.

Identidades interceptadas

"No somos solo migrantes, tampoco queremos que nos vean como personas lgtbi, somos un conjunto de todo, identidades interceptadas que nos atraviesan" explica Carvajal. Por eso quieren resaltar y diferenciarse del "Orgullo Blanco" como víctimas del racismo y de una ley de extranjería que condiciona sus vidas de principio a fin.

"Supuestamente -continua Carvajal- cuando migramos del sur al norte global venimos a países desarrollados que brindan derechos a sus ciudadanos, pero eso no pasa con los inmigrantes. Sin papeles no somos considerados ciudadanos ni personas, nos vemos abocados a vidas precarias, a la economía sumergida y a pasar por todo tipo de calamidades si queremos ganarnos la vida", asegura Carvajal. Y es en este punto en el que muchas mujeres acaban en las redes de la trata y la explotación y trabajo sexual. Silvana Cabrera matiza que "para muchas mujeres que acaban en el trabajo sexual acabarán siendo criminalizadas por la ley que pretende acabar con la trata, pero nosotras no creemos que vaya a ser así".

Ambas activistas critican también que "hay muchísimas personas que se ven obligadas a huir de sus países por su orientación sexual o identidad de género y luego no reciben ningún tipo de protección en España, se les deniega el refugio mientras vemos que en el caso de los ucranianos se les pasa por la vía rápida y se les documenta en cuestión de días. Eso es lo que queremos nosotras y lo que reivindicamos desde el movimiento RegularizaciónYa", sentencia. Si se ha hecho con unos que se haga con todos.