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"Acoger a niños y niñas saharauis es una experiencia de vida que te toca el corazón"

El programa 'Vacances en pau' se retoma tras dos años de pandemia | Un total de 80 menores refugiados pasarán el verano con familias de la Comunitat Valenciana

Menores saharauis, junto a sus familias de acogida valencianas y la concejala de Cooperación, Maite Ibáñez, en el Ayuntamiento de València. Levante-EMV

"El programa 'Vacances en pau' es muy importante para nosotros. En los campamentos no hay nada para que disfruten los niños y las niñas. No hay mucha agua, y la que tenemos es salada y no se puede beber. También hay poca comida, solo la que nos mandan desde aquí, como paquetes de arroz o lentejas", detalla a este diario Nadifa Salama, de 16 años, que participó por primera vez en la iniciativa hace siete años y que ahora reside y estudia en València. La joven recuerda con alegría y nostalgia los veranos que pasó en la ciudad junto a su familia de acogida: "Quiero que todos y todas lo pasen igual de bien que lo pasé yo". Una oportunidad que los menores saharauis llevaban dos años sin poder disfrutar a causa de la pandemia de coronavirus y que este 2022 se ha podido volver a retomar tras el parón.

Lorena y Rafa son los padres de acogida de Isa, uno de los 80 niños y niñas procedentes de los campamentos de refugiados saharauis situados en la provincia argelina de Tinduf que va a pasar el periodo estival en la Comunitat Valenciana. Para ellos, esta vivencia no es nada nuevo. En 2019, acogieron en su casa a la hermana mayor del pequeño, que este año ya no podía participar al superar la edad máxima. "Es una experiencia de vida que te toca el corazón. Los niños son como de nuestra familia. Creamos un vínculo muy bonito y aprendemos mucho de ellos. Nos damos cuenta de lo que tenemos y de lo que no necesitamos, y empezamos a valorar las cosas de otra manera", confiesa Lorena. 

Lorena y Rafa, padres de acogida en València, junto a Isa. Levante-EMV

Por su parte, Rafa lamenta que se suspendiera estos dos últimos años y espera que puedan continuar formando parte de la iniciativa en otras ocasiones. "Si podemos contribuir de alguna manera a que los niños y niñas, por lo menos este mes de verano, estén bien, nosotros lo vamos a intentar", añade. Ambos tratan de que los días que estén aquí sean lo más especiales posible. "La playa y piscina es lo que más triunfa. También vamos al cine o a la feria", apunta Rafa. Además, Lorena recuerda que se realiza a los pequeños una revisión médica en la Seguridad Social.

"Al principio llegan un poco asustados. Los primeros días son muy difíciles para ellos. Sobre todo para los más pequeños, que tienen ocho años y se nota. Extrañan a su familia", admite también Lorena. Para que se sientan más tranquilos, mantienen contacto a través de mensajes o llamadas prácticamente a diario. "A la hora de dormir les puede entrar algo de morriña y hay que darles un poco de cariño", señala Rafa. Con todo, los padres de acogida se muestran "contentos" con la experiencia que han vivido y no dudan en animar a otras familias a que se aventuren a vivirla.

Recepción en València

"El programa ha podido salir adelante con muchísimo esfuerzo. Han venido más tarde de lo normal, pero ya están aquí. Llevan una semana disfrutando de un verano completamente diferente al que se puede vivir en un campo de refugiados a más de 50 grados y empezando con las revisiones sanitarias, que son muy importantes porque es algo a lo que tienen acceso muy limitado", afirma Saray Vicente, de la asociación de ayuda al pueblo saharaui Al-Adala de València, quien recuerda que esta iniciativa permite a los pequeños "alejarse cerca de dos meses de lo que es uno de los desiertos más inhóspitos del planeta".

Desde la asociación, reivindican "por medio de estos niños y niñas que son los altavoces de su gente, la libertad para el pueblo saharaui" y animan a las familias a vivir la experiencia. "Sería maravilloso que el año que viene, en lugar de ocho niños en la ciudad de València, volviéramos a tener veinte o veinticinco como en años anteriores. Del número de familias que se ofrezcan depende que puedan salir de allí y venir aquí para pasar unas vacaciones en paz", defiende Saray. Al respecto, destaca que la mayoría de las personas que participa en el programa quiere repetir después. "Nosotros les damos muchísimo a los pequeños, pero recibimos infinitamente más. La generosidad del que no tiene nada, sus valores, el respeto y el cuidado que tienen por todo es infinito", asegura.

Nadifa y Saray, junto a una menor saharaui del programa Vacances en pau. Levante-EMV

Todos los menores saharauis del proyecto 'Vacances en Pau' acogidos por familias valencianas han sido recibidos esta mañana por la concejala de Cooperación al Desarrollo y Migración, Maite Ibáñez, en un acto que ha tenido lugar en el Salón de Cristal del Ayuntamiento de València y en el que han participado representantes de Al-Adala, el subdelegado provincial de la Delegación Saharaui para la Comunidad Valenciana, Mohamed Fadel, y Mohamed Saleh Zerouali, fotógrafo y guía de Equipe Media, acogido en el Programa Valenciano de Protección y Acogida Integral de Defensoras y Defensores de Derechos Humanos. “Potenciamos la solidaridad de las familias y los lazos de interculturalidad con el pueblo saharaui. Asimismo, es una oportunidad de convivencia, de impulsar la educación en valores, que permite facilitar experiencias e intercambios”, ha destacado la concejala.

En este sentido, Fadel ha recordado que esta edición no solo se celebra tras dos años de pandemia, sino que es "la primera que se hace después del reinicio de la guerra, son niños y niñas que vienen de un territorio en guerra". Asimismo, ha querido agradecer la labor de las ONG y la solidaridad de las familias valencianas y su empeño en la acogida "en un momento difícil por la situación sanitaria, económica y social". Saleh, con su testimonio, ha dado voz a las "intimidaciones arbitrarias, torturas y malos tratos" que sufre la población saharaui.

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